15-04-2002
Jesús:
Tened fe. Tened fe. Tened fe en Mí. Aunque todo lo veáis derrumbado,
tened fe en Mí. Aunque veas predicar mansedumbre y por otro lado actuar
sin consecuencia, tened fe en Mí. Aunque el latigazo de Satanás sobre
vosotros os haga tambalear, tened fe en Mí. Diles que tengan fe en Mí:
tened fe en Mí. Mira, aunque hagáis obras y obras y obras buenas, están
vacías si falta el amor.466 Hacedlo todo por amor a Mí.467 Veréis qué
fácilmente se lleva y el trabajo resulta descanso. Todo se vuelve
ligero... si no falta el Amor.
Oyes predicar:
“Antes de Jesús, las obras que quería Dios eran: oración, limosna,
sacrificios. Después de Jesús, las obras que quiere Dios es creer en
El”. ¡Dicen que se basan en mi Evangelio!468 Sí: Glorifica a Dios Padre,
Hijo y Espíritu Santo. Glorifica a Dios en la oración, con la
penitencia y la Eucaristía, glorifica a Dios con la caridad. Glorifica a
Dios. ¿Cómo podéis decir que creéis en Mí si no tenéis las obras de la
fe?469 ¡Las obras de la fe!, ¡las obras de la fe!, no toda esa falsa
palabra. Palabrería que se lleva el viento y ni cala ni profundiza en
los corazones. Sí, hija: Glorifica a Dios. Pero con tus obras: ¿Cuáles
son las obras del amor? Al limosnero, cariñoso y sacrificado con su
Dios, Yo le daré el ciento por uno. Al que lleve a sus hermanos a
Cristo, Yo le recompensaré. A los que vistáis y arregléis, ¡pero para la
Gracia!, a esos, a esos Yo les recompensaré. Materialismo de
pretendidas “obras de amor” vacías, vacías de la Vida, vacías de Mí.
Vientos de tempestades que se ciernen ya sobre la Iglesia, vientos de
tempestades, por aquí, por allí, que la harán zarandearse, la harán
incluso volcar. Pero será para que se ahoguen todos los que predican y
acometen falsedades, y queden sólo los buenos, los que me buscaron a Mí,
los que me predicaron con su palabra y con su vida, no con sólo su
falsa palabra. Sí, es como esa barca que naufraga y quedan unos pocos
debajo de la quilla, en el lugar donde se ha hecho una bolsa de aire,
ocultos, y los demás, pretendiendo alcanzar la orilla a nado, se han
hundido con el temporal. Es así.470
467 Cfr. Col 3,17.23.
468 Lo oí a un sacerdote.
469 Cfr. St 2,14-26.
470 Oí en las noticias: una barquita había naufragado y un niño había salvado la vida así.
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30-01-2010
(Retiro)
Jesús:
(Paso la 1ª parte de la oración pensando en toda la gente que está en
el Retiro) ¿Ya estás tranquila? Ahora podrás pensar en Mí.... ¿Ya tienes
a todos los tuyos localizados y bien dispuestos? Está bien, corderita
mía, a Mí también me gusta que cuides y atiendas a los míos... está
bien, no temas.
Marga mía: Te amo. Mírame desde
aquí, desde la Custodia, deseoso de entregarte mi Amor. ¡No pienses en
otros posibles hombres cuando el Hombre está aquí, y te llama! ¿Qué amor
podrían darte? ¿Crees que te llenarían como puedo llenarte Yo? ¡Oh...
amor vano de vanas criaturas! ¡Sólo Yo lleno! ¡Sólo Yo Soy el Amor! Y
cuando el Rey se ha dignado fijarse en su sierva, ¿quién es la sierva
para rechazarle? ¿Es que habrá otros amores similares al Mío? ¿Es que
crees tú que fulano o mengano pueden hacerte más feliz? ¡Oh, ven aquí,
corderita mía, ven, y no te me escapes! Así como tú no debes creerte
nada, pues nada eres, así quiero que tú, fiada y confiada en mi Palabra,
te lances a lo que Yo te he dicho; sin desaliento ni desánimo, sin
dudas y sin pesimismo. ¿Qué te puede pasar, hija? ¿Qué pierdas la vida?
Bien, si ésa la ganas para Cristo. Mira: no has de temer. No tienes
nada que temer, pues tú vas Conmigo. Mi vara y mi cayado te sosiegan.232
Aunque un ejército acampe contra mí, nada temo233, tu vara y tu cayado
me sosiegan. Controvertido profeta en los Albores de la Salvación. No
temas. No temas. Quisiera que me transmitieras tal cual Soy: que Soy ese
Enamorado, ese Hombre Puro que anhela a su esposa y se desvive en
deseos de agradarla. Soy Ése. Ese Amor. Ése: el Amor.
El Amor sabe los deseos de su criatura, pues es Él mismo el que se los
puso en el corazón, y como lo sabe, corre presuroso a llenarlos. ¿Habéis
pensado que cada alma es distinta? Cada alma es diversa, cada alma es
diferente. Y a todas Yo las quiero colmar. Y para todas tengo palabras
de cariño, para todas tengo esa unión que Yo quiero contigo. Con todas
estoy pendiente de hasta el más mínimo detalle que les gusta, para
dárselo. Cada cosita que hagan, cada pequeño pensamiento intrascendente,
Yo lo conozco, y Yo lo quiero y Yo lo amo, porque la creé Yo, porque la
creó Dios. Yo mismo, con mi Padre y el Espíritu estábamos presentes y
unidos en la Creación del mundo. Yo mismo, con mi Padre y el Espíritu,
la Trinidad se une al crear un alma. Está presente en su creación, es el
Artífice de su creación. Y Yo lo que anhelo y quiero es que esa alma se
dirija toda su vida a Mí, y que goce de Mí eternamente en el Cielo. Es
lo que anhelo y quiero, y es lo que continuamente busco. Por eso, para
que se cumpla mi deseo con todos, o con al menos una buena parte de
ellos, suscito profetas que, como tú, me lleven al mundo. Profetas del
Amor Eterno. ¿Y cuál es vuestro fin? Atraer a todos los hombres a Mí.
¿Cómo? Con lazos de amor,234 con lazos de unión. ¿A través de qué? A
través de mis Palabras.
Mostrad, mostrando al mundo mis Palabras. Ésas que os comunico. Te
decía, hija, que fueras degustando mis Dulzuras para poderlas mostrar
luego. Y te decía que nunca os iba a abandonar. Nunca os iba a
abandonar. Que tú no tienes que temer ni tener miedo con respecto a qué
os podrá pasar, pues estáis Conmigo. Estáis en Mí, y Yo nunca os he de
abandonar.
232 Cfr. Sal 23,4.
233 Cfr. Sal 27,3.
234 Cfr. Os 11,4.
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21-01-2015
Jesús: ¿De verdad sois tan puros, tan perfectos según mis
Mandamientos, que merecéis ser conservados para el Reino Nuevo? La
tierra que quiero renovar, ¿estará orgullosa de contaros entre sus
pobladores? ¿Merecéis tal nombre: “Pobladores de la Ciudad Nueva”?
¿Vosotros sois los que enseñaréis a generaciones? ¿Podrán las
generaciones futuras basarse en vosotros como padres de la Nueva
Jerusalén, los constructores de su Gloria? Los que supieron perseverar
en el peligro en los días peligrosos, donde se buscaba y procuraba la
condenación de todo el género humano. Vosotros, sobre los que no se
encontró ninguna tacha, como Noé. Por eso procuráis reductos de
protección, campos de refugio, casas donde podáis refugiaros vosotros y
vuestras familias. Pero siento deciros, ¡siento mucho deciros! –y
transmíteselo así, Marga-, que mi Corazón lo siente en un hondo pesar
teñido de pena, que no es sobre las buenas obras sobre las que estáis
construyendo esa casa. Y esa casa, así, si no cambiáis, Yo no la
conservaré ni protegeré para el Reino Nuevo.
Aparte de salvaros vosotros y vuestros amigos, ¿habéis pensado acaso en
salvar a alguno de vuestros hermanos, los hombres? Vuestras peticiones,
que suben a Mí en el Día del Señor351, tan pulcramente vivido en las
formas exteriores, ¿son por las necesidades de vuestros hermanos, los
hombres? A veces recorro vuestras iglesias y las encuentro de corrompido
egoísmo llenas. Sin una sola súplica por el hambriento y necesitado.
Sin un solo holocausto para acompañar siquiera al Mío, ¡ya no digo unir
(al Mío)!, por las almas. Así, queridos, que sepáis, os hago saber por
esta mi débil instrumento, que hoy hago fuerte, que no seréis
preservados de perecer con toda esta generación inmunda que prefiere y
se revuelca en el lodo. Aparentemente pulcros, estáis podridos por
dentro, podridos de egoísmo. (Me asombraba que les diera tanta
importancia. Pensaba que bueno, que les dejara, que eran gente maja y no
hacían daño a nadie. Pero Él me decía que sí hacían daño) Jesús mío;
¿es esto lo que más daño hace ahora mismo a tu Iglesia?
Sí, porque se quedan para ellos todos los bienes otorgados, en lugar de
darlos a los demás. Los que Yo colmé de mis Dones, para que los
repartieran para mi Iglesia, ahora nadan en la abundancia para
disfrutarlos ellos y en familia; que conocen el Bien, y no lo dan a
conocer. Y los míos mueren cuando no era mi deseo, pues debían vivir por
su medio. Muy calentitos, disfrutan de su salón, con la barriga llena
de mis viandas. Afuera de la casa, hay frío y hambre. A ellos se los di
para que construyeran la Ciudad del futuro. Con ellos, lo que hicieron,
fue cerrarse en su egoísmo. Por eso no me agradan, porque son los
responsables de que muchos de los Míos perezcan. Y sin embargo, ahí les
veo estando ciertos en su salvación. Yo no estaría tan seguro, si
pudieran ver cómo está realmente su corazón. En vanas cosas han
procurado su tiempo. El día de mañana vendrá, y les pillará
desprevenidos, como a todos mis hijos. Sólo que de ellos Yo esperaba
más, esperaba que fueran sus centinelas.352 Diles que se conviertan, al
igual que todos. ¿Por qué ellos no necesitan conversión? Que entren
dentro de su corazón, y le vean tal cual es. Que pidan la Gracia. Diles
que, cuando la reciban, ¡no se asusten! Que se acuerden que Yo Soy para
ellos lo que siempre han predicado de Mí a otros: Misericordia que se
abaja y se conmueve con la miseria; cuando reciban la Gracia de ver la
miseria en sus almas, y su estado real corrompido, y su merecimiento por
sus obras, a años luz de lo que se habían convencido.
351 Los domingos
352 Cfr. Ez 33,1ss.
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