Los familiares de una mujer francesa de 66 años que fue brutalmente golpeada y finalmente arrojada por la ventana por un ciudadano de Mali de 27 años llamado Kada Traore, exigen justicia a las autoridades y respaldo mediático para denunciar el caso. El asesino tenía antecedentes.
Ana Fuentes -
02/06/2017
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Compartir en Twitter La policía francesa mantiene el nivel de alerta por la amenaza del terrorismo islamista
La comunidad judía francesa ha estallado de indignación. El asesinato de Sarah Halimi, una mujer judía de 66 años, en París el pasado 4 de abril ha conmocionado a los hebreos de la ciudad debido al silencio mediático que ha acompañado al caso.
El presunto asesino, un ciudadano de Mali de 27 años llamado Kada Traore, tenía antecedentes por venta de drogas, irrumpió en un apartamento cercano al de la mujer judía a las 4:25 de la mañana y golpeó brutalmente a la mujer hasta dejarla sin vida.
Según los vecinos los gritos fueron tan fuertes que varios de ellos se resguardaron en los armarios durante el crimen.
Por su parte,
Breitbart sostiene que el asesino fue escuchado recitando versos del Corán antes de saltar al balcón e irrumpir en la vivienda de la mujer.
Veinte minutos después tres policías se presentaron en el lugar de los hechos y al escuchar que el asesino gritaba “Alá es grande” y “diablo” prefirieron llamar a las fuerzas antiterroristas para que se hicieran cargo de la situación.
El hermano de la víctima: “He esperado seis semanas antes de decir nada, el absoluto silencio sobre el asesinato de mi hermana se ha vuelto intolerable”
Los refuerzos, que tardaron en llegar otros 15 minutos, al llegar se encontraron con que el malí Traore había arrojado por el balcón a la mujer. Tras ello el asesino volvió a entrar en el apartamento de los vecinos de la víctima y reanudó sus oraciones. No fue detenido hasta las 6:00 de la mañana.
Casi dos meses después de los hechos los familiares de la víctima han mostrado su malestar y su indignación por la escasa cobertura que ha suscitado el crimen, por ello piden que sea tratado como un nuevo caso de antisemitismo.
El hermano de la víctima así lo ha expresado: “He esperado seis semanas antes de decir nada, el absoluto silencio sobre el asesinato de mi hermana se ha vuelto intolerable”.
Asimismo, la periodista Alexandra Laignel-Lavastine ha publicado una carta dirigida al nuevo ministro del Interior, Gerard Collomb, en la que le pide justicia para la mujer y le recuerda que llega a su puesto en un país “donde nuevamente es posible asesinar judíos sin concitar excesiva preocupación entre la población”.
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