7 de Junio de 1976
EL ASUNTO Y EL MARCO
Escribe, hijo mío:
Leyendo los Mensajes que habéis publicado en el primero y en el segundo volumen, puede suceder que alguno
se asombre de que los temas tratados sean, más o menos, casi siempre los mismos.
No se habla de las estructuras de la vida pastoral o, si se habla a veces, es para resaltar defectos y lagunas.
La vida pastoral, como se ha venido delineando a través de los siglos, es compleja, por tanto, el razonamiento sobre ella debería
ser también complejo.
La vida pastoral es ahora compleja porque vosotros la habéis vuelto así, pero en realidad, en el centro de la pastoral permanece el
Misterio de la Encarnación, de la Pasión y Muerte mía, Verbo de Dios hecho carne. Este es el verdadero hecho con el que Dios ha
obrado la liberación del yugo de Satanás.
Colaboración
El punto focal es este. Yo, Jesús, sí he liberado al hombre del yugo de Satanás y, con la gracia superabundante de la Redención, he
dado al hombre todos los medios para mantenerse libre de los asaltos del Maligno; pero no he librado al hombre del deber de hacer
su aportación a su liberación, con el creer y el esperar, con el amar, el sufrir y el ofrecer.
En otras palabras, Yo no salvo al hombre sin la colaboración del hombre, por lo que, el problema central es: Dios salva al hombre,
pero quiere su colaboración en la lucha contra las fuerzas del mal. Ellas existen en vosotros por el pecado original, causado por el
demonio, quien se ensaña contra todo hombre y contra el cristiano en medida especial.
En esta lucha contra la humanidad, Satanás tiene también por aliado al mundo, porque a él le pertenece.
El cuadro de la Pastoral es esto; todo lo demás es marco. El mal de hoy es hacer resaltar el marco y resaltar poco el cuadro por él
enmarcado.
Vuelvo por eso a invitaros a empezar de nuevo (y esto lo hará la Iglesia purificada) a introducir en el alma de los niños una
catequesis adecuada con relación a Mí que salvo y redimo, pero no sin la colaboración de todo bautizado en la lucha contra las
fuerzas del mal.
Todo lo demás se adaptará a esta realidad de la que depende la salvación. Por lo tanto, prensa, cine y todos los medios de la
pedagogía deberán tomar como centro esta idea, que es el pilar doctrinal de la Biblia.
Pilar fundamental
Hoy los católicos están rellenos de materialismo. El fracaso de los católicos de hoy es por haber creado estructuras de una pastoral
separada del pilar central. Por ejemplo: ¿Para qué sirve un cine parroquial donde se proyectan películas anticristianas?
¿Para qué sirven escuelas y centros de reunión donde, por temor a chocar con la sensibilidad antirreligiosa, se imparte sólo una
educación religiosa "al agua de rosas". ¿Para qué sirven otras mil iniciativas, si no tienen un sólido enganche con el pilar central de
la pastoral: Cristo Redentor, Liberador y Salvador, que condiciona Su acción divina a la colaboración del hombre, obrada a través
de la Iglesia?. Pero Satanás está hoy en la Iglesia y obra intensamente hasta empujar las estructuras de Ella lejos del pilar
fundamental.
Si hoy, algunos Obispos y Sacerdotes no logran percibir esta situación, es otro signo terrible de cómo van las cosas.
¡En cambio esto bien lo ve mi Vicario! Encíclicas y llamadas, señales y alarmas no han faltado nunca, pero demasiadas veces han
quedado en letra muerta y el mal se ha agigantado.
He aquí, hijo, porqué vendrá la hora de la purificación, que será deplorada por los ciegos como la hora de la Justicia divina. No
sabrán ver en ella antes que nada la Misericordia, jamás separada de la Justicia, porque Dios quiere la salvación de las almas y no
su perdición.
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