En los próximos dos años España formará parte del Consejo de Seguridad de la ONU como miembro no permanente. Con ese motivo, el Gobierno ha definido sus líneas de acción en el documento Prioridades de España en Naciones Unidas. 69º Período de Sesiones de la Asamblea General. En dicho documento, el Gobierno español afirma que:
Seguiremos promoviendo el respeto y protección universal de la libertad de expresión; religión y conciencia.
La Declaración Universal de Derechos Humanos, en su artículo 18 proclama que:
“Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observación.”
Y diferentes organismos* de Naciones Unidas han puesto de manifiesto su preocupación por los nuevos obstáculos al goce del derecho a la libertad de religión o de creencias, así como por los casos de intolerancia, discriminación y violencia por motivos religiosos, entre otros:
a) El número cada vez mayor de actos de violencia contra individuos, incluidas personas pertenecientes a minorías religiosas en distintas partes del mundo;
b) El aumento del extremismo religioso en distintas partes del mundo que afecta a los derechos de los individuos, incluidas las personas pertenecientes a minorías religiosas;
c) Los incidentes de odio, discriminación, intolerancia y violencia por motivos religiosos, que pueden manifestarse en el establecimiento de estereotipos peyorativos, la atribución de perfiles negativos y la estigmatización de personas en función de su religión o sus creencias;
e) Regímenes constitucionales y legislativos que no ofrecen garantías suficientes y efectivas de libertad de pensamiento, conciencia, y religión y creencias para todos sin distinción;
f) Los atentados contra lugares de culto, lugares sagrados y santuarios y los actos de vandalismo en cementerios, contrarios al derecho internacional.
Teniendo en cuenta que las instituciones de la ONU han condenado:
- Todas las formas de violencia, intolerancia y discriminación basadas en la religión o en las creencias o perpetradas en su nombre y las violaciones de la libertad de pensamiento, de conciencia, de religión o de creencias.
- Toda apología del odio religioso que constituya una incitación a la discriminación, la hostilidad o la violencia, ya sea a través de medios de difusión impresos, audiovisuales o electrónicos o por cualquier otro medio.
- El número cada vez mayor de actos de violencia y atentados terroristas contra personas, incluidos miembros de minorías religiosas en todo el mundo…
…y dado que más de 150 millones de cristianos sufren alguna discriminación o son víctimas de la violencia, ya sea a mano de miembros de otras religiones, grupos radicales o bajo regímenes totalitarios…
Te proponemos la siguiente carta:
A la atención de D. José Manuel García-Margallo, Ministro de Asuntos Exteriores de España, y de D. Román Oyarzun Marchesi, Embajador Representante Permanente de España en el Consejo de Seguridad de la ONU
Estimados señores:
Como ciudadano/a español/a deseo felicitarles por la presencia de España en el Consejo de Seguridad de la ONU durante los próximos dos años.
Quiero recordarles que el documento Prioridades de España en Naciones Unidas 69º Período de Sesiones de la Asamblea General del Gobierno de España, expresa el siguiente propósito:
Seguiremos promoviendo el respeto y protección universal de la libertad de expresión; religión y conciencia.
De acuerdo con el artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que proclama que:
“Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observación.”
Y teniendo en cuenta que diferentes organismos de Naciones Unidas han puesto de manifiesto su preocupación por los nuevos obstáculos al goce del derecho a la libertad de religión o de creencias, así como por los casos de intolerancia, discriminación y violencia por motivos religiosos, entre otros:
a) El número cada vez mayor de actos de violencia contra individuos, incluidas personas pertenecientes a minorías religiosas en distintas partes del mundo;
b) El aumento del extremismo religioso en distintas partes del mundo que afecta a los derechos de los individuos, incluidas las personas pertenecientes a minorías religiosas;
c) Los incidentes de odio, discriminación, intolerancia y violencia por motivos religiosos, que pueden manifestarse en el establecimiento de estereotipos peyorativos, la atribución de perfiles negativos y la estigmatización de personas en función de su religión o sus creencias;
e) Regímenes constitucionales y legislativos que no ofrecen garantías suficientes y efectivas de libertad de pensamiento, conciencia, y religión y creencias para todos sin distinción;
f) Los atentados contra lugares de culto, lugares sagrados y santuarios y los actos de vandalismo en cementerios, contrarios al derecho internacional y en particular al derecho internacional de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario;
Y dado que las instituciones de la ONU han condenado todas las formas de violencia, intolerancia y discriminación basadas en la religión o en las creencias o perpetradas en su nombre y las violaciones de la libertad de pensamiento, de conciencia, de religión o de creencias, así como toda apología del odio religioso que constituya una incitación a la discriminación, la hostilidad o la violencia, ya sea a través de medios de difusión impresos, audiovisuales o electrónicos o por cualquier otro medio; así como el número cada vez mayor de actos de violencia y atentados terroristas contra personas, incluidos miembros de minorías religiosas en todo el mundo.
Por último, en vista de que, según diferentes estimaciones, más de 150 millones de cristianos sufren alguna discriminación o son víctimas de la violencia, ya sea a mano de miembros de otras religiones, grupos radicales o bajo regímenes totalitarios, les ruego encarecidamente que introduzcan, en nombre del Reino de España, un plan de acción concreto para la protección de cristianos en aquellos países en los que sufren discriminación, persecución o violencia en la agenda del Consejo de Seguridad de la ONU.
El Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia (OLRC) es una asociación civil registrada en el Ministerio del Interior en 2006 que defiende el derecho de los ciudadanos a participar en la vida pública sin ser difamados o discriminados por sus convicciones morales y religiosas. El OLRC es miembro del European Dignity Watch y del Observatory on Intolerence and Discrimination Against Christians in Europe.
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