A día de hoy son pocos los que cuestionan el carácter nocivo del tabaco. La OMS lo tiene claro: “El tabaco mata hasta a la mitad de sus consumidores”, casi 6 millones de personas cada año.
Cuando decían que el tabaco era beneficioso para la salud
Los efectos letales del tabaquismo han llevado en la actualidad a una cada vez mayor limitación del consumo de tabaco en lugares públicos. También ha motivado duras campañas en las que se nos informa, sin rodeos, que fumar mata. Pero no siempre ha sido así. Hasta la mitad del siglo XX estaba muy extendida la idea, incluso entre miles de médicos, de que el tabaco tenía efectos beneficiosos para la salud. En este anuncio lanzado en la década de 1940 Camel presumía de ser la marca que consumen más médicos:
Otras marcas apostaban por ofrecer sus cigarrillos como la solución a los problemas de garganta:
Algunas marcas trataban de poner a su lado a los dentistas:
El comunismo también mata
Siguiendo con cosas que matan por millones,
en la primera mitad del siglo XX el comunismo tenía una popularidad muy similar a la del tabaco. Multitud de personas en todo el mundo tenían puestas sus esperanzas en esa ideología totalitaria, que ya bajo
la dictadura de Lenin había dejado 5 millones de muertos. Después de la Segunda Guerra Mundial, el reparto de Europa entre las potencias vencedoras extendió el dominio comunista sobre la mitad del continente. Al otro lado del mundo, Mao Tsetung establecía una dictadura comunista que dejaría decenas de millones de muertos, especialmente en uno de los genocidios más brutales que ha vivido la humanidad: la llamada “Revolución Cultural”, que además tuvo desastrosas consecuencias ecológicas.
En total,
el terror comunista ha dejado más de 100 millones de muertos, lo que convierte a esa ideología en la más letal de la historia.
A eso hay que añadir un largo legado de miseria y opresión. La ideología marxista ha estado ligada sistemáticamente a países que se convertían en enormes cárceles, en los que la gente arriesgaba la vida para huir: ahí están los casos de la Alemania Oriental, la Cuba castrista, Corea del Norte y otros.
Aún hoy, millones de personas viven bajo dictaduras comunistas sin disfrutar de derechos muy elementales como la libertad de expresión, la libertad de información, la libertad religiosa o el derecho de manifestación.
Los mismos mensajes engañosos que en 1950 pero en 2016
Lejos de reconocer su fracaso, sus errores y sus crímenes,
el comunismo sigue vendiendo sus letales recetas como si nada hubiese ocurrido. Es más: sigue intentando que la crítica a esa ideología sea perseguida incluso en los países democráticos.
En 2014 Izquierda Unida pretendía que la Unión Europea persiguiese a los anticomunistas. Paralelamente, mientras las recetas socialistas siguen generando fracasos tan estrepitosos como el de Venezuela,
formaciones comunistas como IU siguen culpando al capitalismo de todos los males:
Unos mensajes propios de 1950, cuando tal vez aún podían engañar a mucha gente, pero que resulta grosero en 2016. Una línea parecida nos la encontramos en Podemos, hoy en día el principal partido de la extrema izquierda española, y en otras formaciones marxistas como el BNG, las CUP, etc.
A día de hoy, seguir vendiendo el comunismo como la solución ideal a todos los problemas es tan sorprendente y mendaz como afirmar que el tabaco es bueno para la salud. Pero si sólo unos pocos son capaces aún de atribuirle ventajas al consumo de tabaco, millones de personas siguen apostando por las patrañas comunistas o siguen votando a partidos y candidatos que pretenden imponer las tesis marxistas a toda la sociedad. Predicar en la actualidad las supuestas ventajas del tabaco sería un insulto a sus millones de víctimas, y lo mismo cabe decir de quienes aún hoy quieren imponernos las tesis comunistas. El mundo ha tenido tiempo suficiente para comprobar, con muchos millones de ejemplos, queel tabaco mata y el comunismo también.
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