Gádor Joya: "Va siendo hora de que nos decidamos a dar la cara, a ser valientes, a abarrotar las calles para dejar claro que no vamos a permitir más ofensas".
Ya se sabía que en cuanto Podemos y compañía tocara poder la cosa se iba a mover mucho. Me refiero a los ataques a las creencias y los sentimientos religiosos de los católicos. Digo de los católicos porque se da por hecho que con otros no se atreven porque son unos cobardes que se aprovechan de que la Iglesia católica predica el perdón y el amor a los enemigos, aunque a veces cueste.
Los podemitas y compañía son muy amigos de las guillotinas, los tiburones, los despelotes en templos sagrados, las parodias de nuestras oraciones, los títeres asesinos y violadores, y muchas más cosas que tendrán que venir. Y, al igual que ocurre con los ladrones que pululan por las sedes de los partidos políticos, se lanzan a hacer todo esto porque se sienten impunes ante todo.
Este jueves se juzga a Rita Maestre por profanar un templo sagrado desnuda y gritando “arderéis como en el 36”. Parece que ha tenido una conversación con Monseñor Osoro en la que ha reconocido su error. La respuesta de Osoro es la que se esperaba, no sé si la referencia a la juventud es del todo acertada, pero desde luego como pastor de la Iglesia creo que ha hecho lo que le corresponde. Espero que una cosa no quite la otra y no tenga nignún problema en denunciar con contundencia los ataques a la Iglesia y a los católicos cuando estos se vuelvan a producir.
Luis Montes, misionero en Irak: “La legítima defensa es un derecho y, para muchos, también un deber”
Llegados a este punto, todos coincidiremos en que una cosa es el perdón y otra la justicia.Recuerdo las palabras que el padre Montes, sacerdote católico en Irak, pronunció en el Congreso ‘We are nazarens’, celebrado por la plataforma MasLibres.org y HazteOir.org: “La legítima defensa es un derecho y, para muchos, también un deber”.
Los católicos tenemos el deber de defendernos. Porque se está atacando algo que es sagrado, lo que fundamenta nuestra razón de ser y de vivir, y porque se está atacando a aquel que dio la vida por nosotros. A pocas horas de avión nuestros hermanos están dando la vida por su fe, están siendo masacrados sin que en muchas ocasiones seamos capaces de rezar un Padrenuestro por ellos. Aquella es una persecución en toda regla, pero lo que aquí se está haciendo también lo es.
Muchos no son capaces de demostrar con su voto que no están dispuestos a que se traicionen unos principios fundamentales en los que creen
Sin embargo nos encontramos con que muchos no son capaces ni siquiera de demostrar con su voto que no están dispuestos a que se traicionen unos principios fundamentales en los que creen y, como consecuencia de ello nos encontramos ahora en esta situación. Hemos dejado de dar la batalla de las ideas, y también hemos dejado de defender nuestra fe.
Va siendo hora de que nos decidamos a dar la cara, a ser valientes, a abarrotar las calles para dejar claro que no vamos a permitir más ofensas. La legítima defensa se puede ejercer de muchas maneras, pero no podemos renunciar a ella. Si lo seguimos haciendo esto no es nada para lo que llegará, y, como ya he dicho otras veces, otros vendrán a ocupar los sillas que nosotros dejemos vacías. En nuestras manos está el evitarlo.
Más Libres ha convocado una concentración en Madrid y otra en Barcelona. Ojalá estemos todos allí para defendernos legítimamente. Es nuestra obligación.
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