NOVENA DE LA DIVINA MISERICORDIA DADA POR JESÚS PARA LA PRONTA SALVACIÓN DE LAS ALMAS A CAUSA DEL ABORTO EN ARGENTINA
“Vuestro hermano Jesús pide a los sacerdotes y feligreses que se unan en una sola voz, bajo los rayos de Mi Divina Misericordia por nueve días seguidos para la pronta conversión y salvación de las almas pecadoras y más necesitadas de
los rayos insondables de misericordia..toda alma que vuelve arrepentida, humillada y con un corazón contrito a Mí Misericordia, la misma no puede ser negada, es un río que fluye directamente a desembocar al mar, que es vuestra alma sedienta del amor de Dios. El último día de la novena de la Divina Misericordia, es decir el noveno día será en la fecha en honor a la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre.”
Lunes, 29 de octubre de 2012 a las 00:00 horas.
Buenos Aires – Argentina
"Amado niño, escribe lo que dictaré para tus hermanos y hermanas que buscan mitigar la Justicia Divina si vuestra nación aprueba el aborto. Ante el silencio de la jerarquía de la iglesia argentina, pediré a mis sacerdotes fieles que se sumen y hagan la novena de la Divina Misericordia por los méritos de Mi Santa Pasión, si todos los sacerdotes también no emiten palabra alguna, se llaman al silencio, entonces recurriré a los laicos como última llama esperanza, mis amadas y dulces ovejas fieles, en ella depositaré toda Mi Confianza. Vuestro hermano Jesús pide a los sacerdotes y feligreses que se unan en una sola voz, bajo los rayos de Mi Divina Misericordia por nueve días seguidos para la pronta conversión y salvación de las almas pecadoras y más necesitadas de los rayos insondables de misericordia. Solicitarán la grata y cálida compañía de Mi Amada Madre y de mi fiel secretaria, Santa Faustina, Mi amada niña, para que los asistan en las plegarias para el beneplácito de las almas a los ojos de Dios Eterno. Vuestra nación cada día se empecina cerrar su corazón y desafiarme a que Soy un Dios que no existe y que solo Soy un invento de los hombres, pobres almas mías, lloro por ustedes, vuestra ceguera es tan intensa que no les permite verme tan cerca de sus corazones. Todos los días golpeo vuestras almas a través de las criaturas enfermas, necesitadas, pobres, abandonadas, despojadas, laceradas, maltratadas y despreciadas, pero puntualmente hago verme en las criaturas que asesinan en los vientres maternos. Las madres que por vuestra propia voluntad piden matar a sus hijos la condena y sentencia máxima las esperan, el fuego de azufre que nunca se apaga, por eso pido a mis almas fieles a que oren por la pronta salvación de todas aquellas almas que intervienen en estas horrendas matanzas, doctores, enfermeras, abuelos, parientes, padres, madres, gobernantes y amistades, porque el solo hecho de alentar a una pequeña niña a matar a su hijo e hija es tan culpable como los que lo llevan a la práctica, pero también son merecedores de grandes penas aquellas personas que por pensamiento están de acuerdo como también, por la por falta de valentía se callan y permiten que la sangre de los inocentes sigan manchando la tierra de vuestra nación. Si estas almas son movidas por las oraciones de sus pares y vuelven y se sumergen en Mi Infinita Misericordia, entonces todas vuestras malas acciones quedarán borradas por la llama inextinguible de Mi Misericordia, toda alma que vuelve arrepentida, humillada y con un corazón contrito a Mí Misericordia, la misma no puede ser negada, es un río que fluye directamente a desembocar al mar, que es vuestra alma sedienta del amor de Dios. Así es Mi Corazón como el de Mi Padre, infinitamente manso y lento para el enejo. Mi Madre ha intervenido junto con los Santos y Ángeles del Cielo a favor vuestro ante el Trono Celestial, Ella ya no puede detener la mano de Justicia del Padre, pero si luchará hasta el último rayo de misericordia para la salvación de las almas. El último día de la novena de la Divina Misericordia, es decir el noveno día será en la fecha en honor a la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre. Ese día será el triunfo de los Sagrados Corazones de Jesús y de María sobre el reino del ángel de la muerte, porque habrán rescatado incontables de almas, así se desate la justicia de Dios sobre esta nación, Mis Ángeles habrán sellado a mis criaturas en la frente con la marca de los hijos de Dios, Mi Santa Cruz. Las oraciones serán espadas que cortarán las cadenas que tienen atrapadas a tantas almas y disiparán las tinieblas de sus ojos y la verdad será revelada para muchas almas. Para este pedido daré las instrucciones a quienes irá dedicada la pronta intervención de Mi Divina Misericordia.
Primer Día: Orarán y suplicarán por vuestros gobernantes, para que no aprueben esta ley de muerte, abran sus ojos, pidan perdón por sus pecados y se sumerjan en los abismos insondables de Mi Misericordia. Apelarán a Mi Misericordia para que sus corazones se conviertan en carne y sean ejemplo de padres y madres para el pueblo que tanto necesita de ellos. Ejemplos de amor, caridad, entrega y solidaridad por el más necesitado.
Segundo Día: Suplicarán por vuestra iglesia, por la jerarquía, por vuestros sacerdotes y todos sus integrantes, para que Mi infinita Misericordia abra sus corazones adormecidos por el mundo y sean movidos en defensa de la vida de mis pequeñas criaturas, que cada accionar sea imitación mía y de Mi Madre, María. Para que el silencio de sus voces se conviertan en potentes voces que con dulzura y amor, hagan conocer cuánto daño hacen aquellas personas que aprueban el aborto y que si han caído en tal pecado mortal, hagan saber que Mi Corazón está abierto y dispuesto para que vengan y se dejen abrazar por mis rayos misericordiosos y todo sea consumido por Mi Infinito Amor.
Tercer Día: Suplicarán e implorarán por la pronta salvación y arrepentimiento de las madres que desean deshacerse de sus hijos por medio de la muerte. De la misma manera, orarán para sus padres y parientes para que defiendan con valentía la vida más allá de los perjuicios sociales, la vida está por encima toda cuestión del mundo. De la misma manera que les he dado la vida por cada una de mis criaturas, deseo que la defiendan con fuerza e intensa entrega y confiada en Mi Inagotable Misericordia. Pedirán por las conversión de las personas que han llevado a sus hijos a que cometan el acto horrendo y manchen sus manos con la sangre de los indefensos, deben saber mis amadas almas que pronto ya no habrá tiempo para el cambio y la sangre de los indefensos será la jueza de vuestras almas.
Cuarto Día: Suplicarán y pedirán por los profesionales intervinientes que apoyan la matanza de los niños por nacer, para que sus manos se conviertan en dulces herramientas a favor de la vida y no en armas que la extinguen. Pedirán por ellos incesantemente, para que sus corazones adoquinados por la ciencia del mundo se conviertan en un corazón suave y amoroso por la vida, cuando vean a sus hijos delante de ellos vean a los indefensos que han asesinado, entonces estaré esperando con los brazos abiertos para perdonarlos como el hijo pródigo que retorna a la casa de su padre.
Quinto Día: Pedirán y suplicarán para que los rayos de Mi Infinita Misericordia tengan piedad para aquellas criaturas que luchan por el exterminio de la vida de los indefensos, por los ateos e instituciones dedicadas a la matanza de los míos. Para que los rayos de mi infinito amor se sobrepongan sobre la Justicia Divina, y en el día del Juicio el amor pese más que la condena. Pero si vuelven confiados a Mi Corazón Misericordioso nada de esto será puesto en la hora de la Santa Justicia.
Sexto Día: Suplicarán para la pronta conversión de los agentes de la masonería que trabajan para el príncipe de las tinieblas, para que abran sus ojos y vean en el error que han caído, se aferren a la cadena irrompible de mi misericordia y puedan huir a mis brazos que los esperan para amarlos y hacerles conocer aquello que han perdido, la vida misma, la cual deseo devolverla solo por amor. Que los rayos de Mi Misericordia sean armas poderosas para destruir todo plan que vaya o atente contra mis pequeñas criaturas, ya que son ellos los agentes pensantes de la matanza de los pequeños.
Séptimo Día: Suplicarán para que Mi Insondable Misericordia se derrame en todo el pueblo argentino como cascada inagotable de agua viva en sus corazones, y de este modo lave todos sus pecados, los repare y convierta en corazones caritativos y defensores de la vida, que sean un ejemplo de misericordia para el mundo. Que todas las voces unidas bajo el amparo de los Sagrados Corazones del Señor de la Misericordia y de la Reina y Madre de la Misericordia hagan saber a sus gobernantes del valor de la vida.
Octavo Día: Suplicarán por los perseguidos por defender la vida de los inocentes para que mis océanos de misericordia los aliente a luchar así sea el último suspiro de sus vida por amor a los pequeñines, para que mi rayos misericordiosos les dé la vitalidad de ser fieles y leales al Señor que venció a la muerte, sabiendo que vuestro triunfo está en Jesús, el Hijo de Dios, es seguro y que no dejará a ninguna de sus ovejas sin recompensa. Pedirán y apelarán por la salvación por méritos de Mi Misericordia por sus perseguidores, para que también sean agradables a la mirada del Padre y la justicia no caiga sobre ellos, sino que se conviertan en perseguidores de amor por el más débil. Perseguidores de las almas que desprecian a la vida, perseguidores como el Apóstol Pablo, un lobo convertido en cordero. El perseguido por defender la vida que aprenda a amar al que lo odia y lo persigue, quizás lo convierta y Dios se valga de él para su Infinito Plan.
Noveno Día: En ese día, 8 de diciembre, entregarán todas vuestras súplicas de los 8 días anteriores a las manos de Mi Amada Madre, Reina de la Misericordia para que junto conmigo, su Hijo, presentemos las ofrendas de mis ovejas fieles al Padre Eterno y encuentre agradable el sacrificio de los amantes de su Señor. En ese día, el sacrificio y esfuerzo de los ocho días serán llevados de la mano de María en la Santa Misa, donde deseo cubrir a la nación completa y desde aquí desparramarme al mundo como una explosión de luz que todo lo abarca en medio de la noche. Donde el barco que estaba perdido encuentre la costa en medio de la tormenta nocturna por medio del faro de Mi Divina Misericordia. En ese día, la victoria de Infinita Misericordia sobre las tinieblas será inminente. Si vuestra nación no aprueba el aborto, Yo junto con Mi Madre y mi rebaño fiel habremos triunfado definitivamente sobre la noche, porque muchas almas en ese día serán rescatadas de la perdición eterna.
Mira Mi Corazón amado pueblo mío, lo verás en Mi mano dispuesto a ser entregado sin condiciones o pregunta alguna, solo espero que lo tomes y lo hagas crecer en el tuyo, que permitas que ilumine tu vida inmersa en la espesa noche, las estrellas que guiaban tu camino se han apago solo tienes a mi Corazón sediento de amor y de ser amado por sus criaturas, un corazón lleno de luz para ayudar a caminar en el negro camino que transitas. Te pido que lo tomes como el regalo más preciado y en cuyo interior descubras cuanto te amo, pero en ese amor dispuesto solo para Ti, verás que hay más tesoros esperándote entre ellos el más bello de todo, el Corazón de Mi Amada Madre que espera que lo tomen y lo pongan en vuestro pecho como el pendiente más delicado, fino y brillante que desea ser mostrado al mundo para encandilar con reflejo de la luz de Mi Amor las miradas de todas las almas que lo contemplen. ¿Qué harán mis criaturas cuando la puerta de Mi Divina Misericordia sea cerrada?. ¿A dónde correrán para refugiarse?. Ese momento es tan doloroso para Mí, porque muchas ovejas gritarán “Señor, Señor, ábreme soy tu oveja amada”, pero Yo no las reconoceré, porque cuando estuve entre ellas no me reconocieron, a pesar de la tristeza que me cause ese momento, deberé reponerme y ocupar el lugar reservado por Mi Padre, el de Justo Juez. No esperen amadas almas que llegue ese instante para recapacitar y enmendar vuestras errores, aprovechen este tiempo que se les otorga, recurran a Mi Amada Madre que ella les ayudará a encontrar el camino de regreso. Sigo esperando amados niños, sigo esperando en la puerta de la Misericordia, que es Mi Sagrado Corazón, apresúrense porque Mi Padre pronto dará la orden que la cierre y entonces ya nadie podrá abrirla. Oren, oren, oren, vuelvan a los Sacramentos de Mi Iglesia, recíbanme en la Eucaristía, no me cansaré de repetirles esto hasta el último instante. Ahora amadas almas, corran la voz a mi pedido, así se salve un alma, el triunfo del Cielo estará llevado a cabo. Vuestro hermano y Señor Jesús.”
“Leer amados míos, LUCAS 3 y JUAN 5”.
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