Miedos, pánico, comentarios, dudas y demás tienen las almas cuando piensan en la tribulación que está anunciada y que vendrá, pero Yo os digo hijos, la tribulación para muchos ha comenzado y no terminará hasta que Yo venga en majestad y gloria. Yo, Jesús, os hablo.
Nadie debe temer nada si Me ama, porque el amor a Mí y a Mi Madre es el
mejor escudo contra todo mal. Quien Me ama no deberá temer nada, y quien Me ama guarda Mis mandamientos (Jn 14, 21) Yo, Jesús, os hablo.
Los castigos de Dios son avisos para que os enmendéis y cambiéis de vida y pospongáis el pecado que es el mal peor que debéis de erradicar. Vosotros no queréis enfermedades, ni plagas, ni catástrofes, Yo tampoco las quiero, pero a veces tengo que hacerme notar con esas cosas para que despertéis de vuestra indiferencia y pospongáis vuestra vida de pecado. Pero hijos, ahora comentáis y tenéis miedo de las cosas anunciadas, pero si de verdad tuvierais miedo cambiaríais de vida y diríais: Voy a tratar de santificarme para que cuando venga el divino Esposo me encuentre con la lámpara de mi alma encendida con el aceite de la gracia santificante. Yo, Jesús, os hablo.
Si Yo fuera un Dios vengativo no os avisaría de lo que va a venir, no os diría que Mi venida esta próxima y que os quiero encontrar a todos sumergidos en la fe autentica y viviendo la vida de santidad que todo buen cristiano debe vivir, que es cumplir fielmente los Diez Mandamientos. Por tanto hijos, el miedo no debe ser por Mi venida, ni porque Yo emplee Mi justicia, sino porque vivís en pecado y el pecado es el que os puede perder para toda la eternidad. Yo, Jesús, os hablo.
Si deseáis salvaros poned los medios, puesto que sois vosotros quienes los tenéis que poner, nadie puede poner los medios por vosotros, cada cual debe vivir los Mandamientos y los debe vivir en perfección tal y como la fe católica lo requiere, por eso, no tengáis miedo si vivís en fe, en amor a Dios y en la práctica de todos los Mandamientos los de la Ley de Dios y los de la Santa Madre Iglesia, porque quien así se encuentre cuando Yo venga, Mi venida no será para el temerosa. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo pone en práctica.
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