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Luego me mostró el río de agua de Vida, brillante como el cristal, que brota del trono del Cordero” Apocalipsis 22,1
Luego me mostró el río de agua de Vida, brillante como el cristal, que brota del trono del Cordero” Apocalipsis 22,1
¡JESUS SALVA! PERO, ¿BASTA ACEPTAR A CRISTO COMO NUESTRO ÚNICO SALVADOR?
Si hay una verdad en la que todos los cristianos estemos de acuerdo esta es: Jesucristo es nuestro único Salvador. Porque como dice S. Pedro: “No hay otro nombre por el cual podamos ser salvos.” Hechos 4,12.
Si es importante saber que Jesús salva, no lo es menos saber ¿COMO SALVA JESUS? En efecto, supón tú que el avión en el que viajas se está quemando. Este avión lleva paracaídas para que puedas salvar tu vida, pero si tú saltas sin paracaídas, o te niegas a usarlo, tú no te salvas.
Yahvé salvó a Noé y su familia del diluvio, pero los salvó por medio del arca que Él les mandó construir.
Lo mismo pasa con Jesús: Él es nuestro único Salvador, pero si yo no uso los medios que Él me da para salvarme, no me salvo.
Lee el pasaje de las diez vírgenes en Mateo 25, 1. Las diez sabían que Jesús era su Señor y Salvador. Las diez esperaban que Jesús las dejaría entrar al Reino, todas ellas sabían lo mismo, todas ellas creían lo mismo, pero sólo cinco se salvaron: las prudentes. Sólo ellas hicieron aquello que Jesús quería: mantener la luz del alma encendida (Lee: Juan 11,9-10). Y cuando llegó el Señor sólo ellas entraron en el Reino. Después llegaron las 5 imprudentes, reconocieron a Jesús como su Señor y así le llaman: “Señor, Señor, ábrenos”, pero El les respondió: “No os conozco”. ¿Por qué? Porque sabían que Jesús, su Señor salvaba, pero no hicieron lo que Jesús, su Señor y Salvador mandaba.
Lo mismo pasa con Jesús: Él es nuestro único Salvador, pero si yo no uso los medios que Él me da para salvarme, no me salvo.
¿CÓMO NOS SALVA JESÚS? ¿CÓMO NOS COMUNICA LA VIDA?
Jesús nos salva comunicándonos su misma vida. El mismo dijo: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”. Esa vida por ser divina y totalmente gratuita la llamamos vida de gracia o vida sobrenatural. Cuando yo vivo en gracia la lámpara de mi alma está encendida, brilla en mí la luz de Cristo; cuando yo vivo en pecado mortal mi lámpara está apagada, vivo yo en tinieblas.
Esta vida sobrenatural se me comunica a través de los siete sacramentos.
El Papa nos enseña: “Cuando recibimos los sacramentos recibimos la vida de Jesús, vivimos la vida divina, nos asemejamos a Jesús. Es Cristo mismo, con su fuerza, mediante el Espíritu Santo que obra en nosotros esa semejanza.” Juan Pablo II a los niños. 22/01/84.
LA IGLESIA NOS ENSEÑA
Adheridos a las doctrinas de las Santas Escrituras, a las tradiciones apostólicas y al sentimiento unánime de los Padres, profesamos que “los sacramentos de la Nueva Ley fueron todos instituídos por nuestro Señor Jesucristo” CIC n.1114 ss.
Los sacramentos están ordenados a la santificación de los hombres, a la edificación del Cuerpo de Cristo y, en definitiva, a dar culto a Dios, pero como signos, también tienen un fin pedagógico. No sólo suponen la fe, sino que a la vez la alimentan, la robustecen y la expresan por medio de palabras y cosas; por esto se llaman sacramentos de la fe. Confieren ciertamente la gracia, pero también la celebración prepara perfectamente a los fieles para recibir con fruto la misma gracia, rendir el culto a Dios y practicar la caridad.
Por consiguiente, es de suma importancia que los fieles comprendan fácilmente los signos sacramentales y reciban con mayor frecuencia posible aquellos sacramentos que han sido instituídos para alimentar la vida cristiana. “Sacrosantum Concilium” # 59. Estudia CIC (Catecismo de la Iglesia) 1122 ss.
¿POR QUÉ 7 SACRAMENTOS?
Porque 7 son las etapas de la vida. Hay una gran semejanza entre las etapas de la vida natural y las etapas de la vida sobrenatural” Lee: Catecismo de la Iglesia Católica (CIC n. 1210).
1. En la vida natural hay que nacer.
En la vida sobrenatural hay que nacer del agua y del espíritu. Lee: Juan 3,5. Nuestra madre la Iglesia nos engendra por el Bautismo.
2. En la vida natural hay que crecer y dar fruto.
En la vida sobrenatural la Confirmación lleva a su desarrollo y hace fructificar esa vida recibida en el Bautismo. Lee: Juan 15,16.
3. Para vivir es necesario alimentarnos.
En la Eucaristía Cristo, el Pan de Vida, nos nutre con su cuerpo y su sangre. Lee: Lucas 22, 19.
4. En la vida natural enfermamos y necesitamos medicina para recuperar la salud.
En la vida sobrenatural Jesucristo, médico de las almas (Lee: Mateo 9,12), nos ofrece el sacramento de la Reconciliación para sanar las heridas del pecado: Lee: CIC n.1421.
5. En la vida natural buscamos formar un hogar.
En la vida sobrenatural Cristo quiere que los esposos se amen como El ama a su Iglesia (Lee: Efesios 5,25): para eso instituyó el Matrimonio.
6. En la vida natural necesitamos de una autoridad que ordene la vida social.
En la vida sobrenatural el Reino de Cristo en este mundo exige una autoridad, unos pastores que apacienten las ovejas de Cristo, para ello Cristo instituyó el Sacerdocio.
7. La vida natural llega a su ocaso y morimos.
La Unción de los Enfermos nos conforma con la muerte y resurrección de Cristo: Lee: CIC n. 1523.
¿BASTA SÓLO EL BAUTISMO? ¿QUIÉN INVENTÓ EL ARCO IRIS?
En efecto, Cristo dijo: “Quien no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios”. Juan 3,5. Pero Jesucristo nunca dijo: “Basta tan sólo nacer del agua y del Espíritu para entrar en el Reino de Dios”. Y ¡claro! ¿cómo iba a bastar? Aquél que es la Vida verdadera ¿cómo nos iba a dar la vida a medias? Si la vida natural tiene siete etapas ¿por qué Cristo iba a hacer la vida sobrenatural menos perfecta? Algunos cristianos objetan: “Yo no veo los siete sacramentos en la Biblia, para mí son un invento de la Iglesia Católica”.
¡Claro que no los ves! De la misma manera que tú no ves los siete colores del arco iris si no tienes un prisma. Nosotros sí los vemos porque tenemos un prisma que es la Iglesia. El prisma no inventa los colores de la luz, simplemente los separa y distingue para que tu ojo los pueda percibir con claridad y nitidez. Lo mismo la Iglesia, ella no inventa los sacramentos, simplemente nos ayuda a distinguir con claridad lo que la Biblia enseña.
Sin el prisma yo no podría distinguir los siete colores en un rayo de luz. Sin la Iglesia yo no puedo percibir los siete sacramentos contenidos en la luz de la Palabra Divina.
CONCLUSION
Los 7 Sacramentos, sí están en la Biblia, el que tú no los veas o lo ignores no quiere decir que no existan.
Eucaristía. Muchos no obedecen a Cristo que dice: “Haced esto en memoria mía“. Otros obedecen pero no creen a Cristo que dice: “Esto es mi cuerpo“. Nosotros con Santo Tomás de Aquino confesamos: “La vista, el gusto, el tacto se equivocan, pero yo creo lo que sale de Tu boca.”
Matrimonio. Jesucristo mandó: “Lo que Dios ha unido no lo separe el hombre“. Lee: Mateo 19,10. Las iglesias de origen protestante autorizan el divorcio. ¿Cómo podemos escuchar a quien no obedece a Cristo?
Confesión. Santiago ordena: “Confesaos los pecados unos a otros“. Lee: Santiago 5,16. Pero algunos dicen: “Yo no me confieso con ningún hombre pecador como yo, yo sólo me confieso con Dios“. ¿De qué sirve saber mucha Biblia si después no obedecen lo que la Biblia manda?
Bautismo. Hay quien dice que no hay que bautizar a los niños, porque éstos no tienen pecado. Pero la Biblia enseña que todos nacemos con pecado. Lee: Salmo 50 (51) v. 7.
Santiago dice: “Si alguno enferma, que llamen a los presbíteros (“ancianos” en griego) de la Iglesia”. Lee: Santiago 5,14. ¿A quién llaman ellos si no creen en el sacramento del Sacerdocio? ¿A los ancianos del asilo? ¿Cuál Iglesia? ¿No dicen ellos que la Iglesia es invisible? Como ves, la fuerza de las sectas está en la ignorancia e inacción de los católicos. Cumple tu deber de evangelizar adquiriendo y distribuyendo FE Y EVANGELIO.
ORACIÓN
Señor Jesús tú eres mi único Salvador y por eso acepto los medios que tú me das para salvarme. Quiero renacer a la vida por el Bautismo, fortalecerme con tu poder por la Confirmación, alimentarme de ti en la Eucaristía, abrazarte en la Confesión y obedecerte en el Sacerdocio. Amén.
Fuentes: Catolico.com
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