Sábado 01 de Junio del 2013
Primera lectura
Lectura del libro del Eclesiástico (51,12-20):
Doy gracias y alabo y bendigo el nombre del Señor, Siendo aún joven,
antes de torcerme, deseé la sabiduría con toda el alma, la busqué desde
mi juventud y hasta la muerte la perseguiré; crecía como racimo que
madura, y mi corazón gozaba con ella, mis pasos caminaban fielmente
siguiendo sus huellas desde joven, presté oído un poco para recibirla, y
alcancé doctrina copiosa; su yugo me resultó glorioso, daré gracias al
que me enseñó; decidí seguirla fielmente, cuando la alcance no me
avergonzaré; mi alma se apegó a ella, y no apartaré de ella el rostro;
mi alma saboreó sus frutos, y jamás me apartaré de ella; mi mano abrió
sus puertas, la mimaré y la contemplaré; mi alma la siguió desde el
principio y la poseyó con pureza.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 18,8.9.10.11
R/. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón
La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. R/.
Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R/.
La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor
son verdaderos y enteramente justos. R/.
Más preciosos que el oro,
más que el oro fino;
más dulces que la miel
de un panal que destila. R/.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos (11,27-33):
En aquel tiempo, Jesús y los discípulos volvieron a Jerusalén y,
mientras paseaba por el templo, se le acercaron los sumos sacerdotes,
los escribas y los ancianos y le preguntaron: «¿Con qué autoridad haces
esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?»
Jesús les respondió: «Os voy a hacer una pregunta y, si me contestáis,
os diré con qué autoridad hago esto: El bautismo de Juan ¿era cosa de
Dios o de los hombres? Contestadme.»
Se pusieron a deliberar: «Si decimos que es de Dios, dirá: "¿Y por qué
no le habéis creído?" Pero como digamos que es de los hombres...»
(Temían a la gente, porque todo el mundo estaba convencido de que Juan
era un profeta.)
Y respondieron a Jesús: «No sabemos.»
Jesús les replicó: «Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto.»
Palabra del Señor
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