apítulo: XVI
SÓLO EN DIOS DEBE BUSCARSE LA VERDADERA SATISFACCIÓN
Discípulo:
1. Cualquier cosa que pueda desear o pensar para mi satisfacción,
no la espero ahora sino para más adelante.
Porque aunque yo solo tuviera todas las satisfacciones del mundo
y pudiera disfrutar de todos los placeres
ciertamente que no tendrían mucha duración.
Por eso no puedo satisfacerme plenamente
ni regocijarme perfectamente
si no es en Dios, consolador de los pobres
y aceptador de los humildes.
Esperaré un poco; esperaré las promesas divinas
y tendré abundancia de todos los bienes en el Cielo.
Si deseo desordenadamente estas cosas presentes
perderé las eternas y bienaventuradas.
Usaré las cosas transitorias por necesidad
pero desearé las eternas.
No puedo saciarme con ningún bien limitado
porque no fui creado solamente para gozarlo.
2. Aunque poseyera todas las cosas
no sería feliz y dichoso
ya que consiste toda mi perfección y felicidad
en Dios que creó absolutamente todas las cosas
no tal como consideran y alaban todos los tontos
amadores del mundo
sino como esperan los buenos seguidores de Cristo y algunas veces saborean por adelantado los espirituales y misericordiosos,
cuyo trato es con el Cielo.
Es inconsistente y breve toda satisfacción humana.
Santa y verdadera satisfacción
la que hace percibir internamente la Verdad.
La persona devota lleva consigo a todas partes
a Jesús, su alegría, y le dice:
Quédate conmigo, Señor Jesús, en todo tiempo y lugar.
Mi satisfacción será carecer de toda satisfacción humana.
Y si falta tu consuelo
que sea mi mayor satisfacción tu voluntad y justa prueba.
Porque no estarás airado completamente
ni enojado para siempre (Sal 103, 9).
Capítulo: XVII
TODA INQUIETUD DEBE ESTABLECERSE EN DIOS
Jesucristo:
1. Hijo, déjame hacer contigo lo que quiero,
lo que sé y te conviene.
Tú piensas como ser humano
y sientes muchas cosas como te hace ver la emoción humana.
Discípulo:
Señor, es verdad lo que dices.
Es mayor tu preocupación por mí
que todo el cuidado que puedo tener por mí mismo.
Está expuesto a cualquier eventualidad
quien no pone toda su atención en Ti.
Señor, para que mi voluntad
permanezca en ti recta y firmemente
haz de mí lo que te agrade.
Solamente puede ser beneficiosa para mí
cualquier cosa que hagas conmigo.
Si quieres que esté a oscuras, te bendeciré
y si quieres que esté iluminado, te bendeciré también.
Si te dignas alegrarme te bendeciré
y si quieres que esté abatido, igual te bendeciré siempre.
Jesucristo:
2. Hijo, así conviene que te comportes
si deseas caminar Conmigo.
Igualmente debes estar dispuesto al sufrimiento y gozo.
Igualmente debes aceptar de buena gana
ser pobre y necesitado como rico y satisfecho.
Discípulo:
Señor, con gusto sufriré por ti
lo que quieres que me sobrevenga.
Quiero recibir de tu mano con indiferencia
lo bueno y lo malo, lo dulce y lo amargo, lo alegre y lo triste.
Defiéndeme de todo pecado
y no temeré la muerte ni el infierno.
Con tal que no me apartes de Ti para siempre
ni me borres del libro de la vida
no me dañará cualquier tribulación que venga sobre mí.
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