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Preparan el terreno para declarar la religiosidad como enfermedad.
Un artículo que fue publicado días antes de Pascua por la revista
Time consulta a varios psiquiatras, que componen un cuadro por el cual
la escrupulosidad en vivir la fe puede ser signo de una enfermedad
mental, porque parten de la base que la fé es algo para “sentirse bien”
con el entorno y no tienen en cuenta que en realidad es la comunicación
con Dios Todopoderoso, que siempre es una comunicación sobrenatural, y
de cumplir sus deseos.
Por lo tanto una persona que se
preocupa puntillosamente por no pecar, o por cumplir ciertos ritos
permanentemente como en el caso de los judíos, que superan la “vida
cotidiana”, algo anda mal. Y ni que hablar del caso de alguien que
recibe una iluminación o un llamado a dejar sus obligaciones con el
mundo, como sucede con los santos, o quienes tienen aparciones o
visiones; todos esllos tienen un desorden de conducta.
De esta forma, los psiquiatras están comenzando a divulgar a los
padres que cualquier experiencia religiosa profunda de sus hijos es
signo de enfermedad mental, porque conciben a la religión como una
especie de actividad que da placer y ajena a cualquier sacrificio.
Si esta concepción se extiende entre los psiquiatras, no estamos
lejos de que quienes practiquen profundamente la fe sean etiquetados
como enfermos mentales y necesitados de un tratamiento psiquiátrico.
EL PLANTEO DEL ARTÍCULO
Según un artículo por la revista Time, llamado “¿Puede ser su hijo
demasiado religioso?”, la religiosidad fuerte, como podría ser ponerse
en manos de Jesús o estar muy atento a cumplir sus mandamientos, puede
ser un signo de enfermedad mental.
“La religión puede ser una fuente de consuelo que mejora el bienestar”, comienza
el artículo.
“Sin embargo, algunos tipos de religiosidad pueden ser un signo de problemas de salud mental más profundos.”
“Si su hijo se encuentra inmerso en la
escritura después de la escuela y ora con regularidad durante todo el
día, puede dar un suspiro de alivio. Es una buen chico … O quizás no. La
devoción de su hijo puede ser una gran cosa, pero hay algunos niños cuyos ritos religiosos requieren una mirada más profunda. Para estos niños, una práctica exagerada de la fe de su familia – o incluso otra religión – puede ser una señal de un problema de salud mental subyacente“.
El artículo explica que terapeutas reportan haber visto
a niños y
adolescentes que se sumergen en la religiosidad excesiva como mecanismo
de afrontamiento poco saludable, una forma de trastorno
obsesivo-compulsivo o TOC, que es “no es más espiritual que el lavado de manos fanático”.
El artículo describe un tipo de TOC llamado
escrupulosidad, donde los niños
“se preocupan obsesivamente si han cometido blasfemia impura o pecaron” y advierte sobre
delirios o alucinaciones religiosas, que los padres pueden estar menos en sintonía, cuando “cuando se presentan bajo la apariencia de la fe”.
El artículo sugiere que los padres evalúen si la fe es una “fuente de energía” en sus hijos o si “las prácticas religiosas y rituales parecen estar superando su vida cotidiana y desplazando sus actividades normales.”
En este último caso, se enumeran algunas pautas recomendadas por los
“expertos” para guiar a su hijo a través de una discusión sobre la fe y
la búsqueda de asesoramiento, si es necesario.
PIENSAN QUE ES VÁLIDA ÚNICAMENTE LA FE LIGHT
Aunque el artículo afirma que la religión
“puede ser una fuerza positiva en la vida de los niños, al igual que puede ser para los adultos”, Ken Shepherd de la organización de control de medios NewsBusters
argumenta que la autora del artículo y su lista de principios para los padres descuidan el verdadero lugar y el poder de la fe.
“Extrañamente falta en esa lista las
sugerencias de asistir a los servicios religiosos con su hijo y / o
hablar con su sacerdote, pastor o rabino para obtener su perspectiva
sobre cómo su niño está caminando en su devoción religiosa”, comentó Shepherd.
“También se dice que la religión es
vista en relación a “como le hace sentir” en lugar de una experiencia
con la que el adolescente está tratando de adorar a Dios y descubrir las
verdades eternas acerca de su carácter y voluntad“,
Shepherd también criticó a Time la publicación del artículo sólo unos pocos días antes de las vacaciones de Pascua.
“De alguna manera, este tipo de insensatez es lo que se espera de las publicaciones seculares liberales”, continuó, “en la semana más sagrada del calendario cristiano, la revista Time está tratando de avivar el miedo de los padres
– y, presumiblemente sugerir que los adolescentes que son religiosos,
en particular los de las denominaciones más conservadoras, podría no
estar tan bien de la cabeza”.
“Lo veo venir. Este es un golpe
encubierto en nombre de la sociedad civil y el tratamiento de los pobres
enfermos mentales. Y es el gobierno que va a definir si somos enfermos
mentales o no”.
Y continuó:
“La psiquiatría es un arma
peligrosa en manos del Estado. No podemos ceder a la autoridad del
gobierno para definir la salud mental, ni permitir que los “expertos” de
la salud mental decidan nuestra aptitud para ejercer nuestros derechos
ciudadanos”.
Fuentes: WND, TIME, Signos de estos Tiempos
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