Gospa 7La Madre ha dicho: “Solamente así su corazón se llenará de paz y alegría. Dios estará cerca de ustedes, y ustedes lo sentirán en su corazón como un amigo.” Esta parte del mensaje es importante, porque la Madre sabe que muchos de sus hijos no tienen paz ni alegría en el corazón. Y esto puede ocurrir aun en muchos medjugorianos. Téngase en cuenta que la paz y la alegría no viene al corazón solo por ir a Medjugorje, o cuando se habla de Medjugorje o al trabajar por Medjugorje, sino por la oración. Y cuando alguno siente que ha perdido la paz y la alegría, entonces, debe orar más. No trabajar más por María, sino colocarse delante de Jesús y abrir el corazón. Si el corazón no se abre como se debe, no llegará la paz a él ni la alegría; aunque trabaje por Medjugorje y se considere medjugoriano. Y con la paz y la alegría también llegará a él Dios. Además, se hablará de Él como quien habla con un amigo, y de esta forma se dará testimonio Suyo.  No de sí mimo. Porque hoy día muchos, en lugar de dar testimonio de Dios, dan más testimonio de sí mismos, y eso no es correcto. Porque, ante todo, somos cristianos, seguimos a Jesús y Él debe estar siempre en el centro de nuestra vida, no nosotros ni nuestros intereses; no el trabajo ni los estudios. Entonces, cuando se ora bien, se da testimonio como se debe de Jesús. Él al centro, no la persona. Por lo cual, la Virgen especifica, que por la oración bien hecha “Jesús estará en nuestro corazón y nosotros estaremos unidos en Él ”
Para muchos puede ser difícil que Jesús esté presente en el corazón y vivir unido Él porque no encuentran tiempo para orar, toda vez que tienen que atender a los hijos, el trabajo, los estudios… Pero en realidad, esas no son razones de peso. La verdadera razón, puede ser otra: porque oran muy poco, no están con Jesús como deben. El problema es siempre la falta de oración, porque entre menos la gente ora, más atribulada vive y menos tiempo tienen para orar.
Muchos cuando oyen hablar a la Virgen que pide oración constante, y que la oración sea vida, pueden pensar que ya oran lo suficiente. Pero con el mensaje de este mes deben pensar más bien en otra cosa: si tienen ya suficiente paz y alegría en el corazón, si Jesús vive permanentemente en Él, si viven unidos a Jesús, si están siempre dispuestos a dar testimonio de Él; no de sí mismo. Si esto no es así, entonces es falso que oran como deben.