SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA

Hijo mío,
Si tú os ponéis a meditar cada una de mis palabras como lo vienes haciendo desde ya hace más de 30 años que te he llamado para que escucharais mi voz y llevarais al mundo mis pedidos, mis llamados de unidad, amor, esperanza y fe, veréis que en cada uno de los pedidos que a través de todos los años os he pedido, y a través vuestro he pedido a mis Hijos e Hijas Predilectas, la total unidad

 con todos vuestros hermanos, más aun a mis Hijos Predilectos os pido continuamente que vuelvan a caminar por todo lugar llevando la palabra e ir a buscar a todas las ovejas dispersas del rebaño, que no las abandonen y no las dejen solas en medio del inmenso desierto lleno de tempestades y dolor. Pero muchas veces no quieren oír mi voz, no reconocen mis pedidos y hasta ponen en duda mis humildes palabras, y es ahí donde mi Inmaculado Corazón se llena de un inmenso dolor porque por la culpa de aquellos que no quieren oír, y son los que tienen que llevar adelante lo que os pido, mis hijos se pierden días tras día en la más inmensa oscuridad.
Por ello os llamo esta vez para que de la gran unidad que os pido que llevéis adelante a través del Cenáculo donde os pido la unidad de todos mis pequeños junto a mis Hijos e Hijas Predilectas, llevéis en vuestras manos ésta Llama que he depositado hace muchos años en vuestro corazón y os he pedido que la deis a cada una de mis divinas criaturas, que os enseñéis a amarla y que la reciban con infinito amor, porque a través de ella tendréis la salvación para vuestras almas, porque os guiará a comenzar una nueva vida basada en el amor más puro y la entrega, mi morada volverá a estar llena de mis hijitos e hijitas orando y recibiendo el Cuerpo y la Sangre de mi Hijo, como también la entrega de cada uno de ellos para tender sus manos a todos los necesitados.
Por ello os convoco a que encendáis ésta Llama de Amor de mi Corazón sobre toda la tierra y entonces veréis cómo fluirá y todos veréis cómo llegarán los efectos de mi gracia aun hasta los moribundos, entonces será el gran momento para todos vosotros donde podréis ver con vuestros propios ojos cómo el ángel desterrado quedará deslumbrado y con la inmensa ayuda de todos vosotros a través del Santo Rosario que tiene que ir siempre creciendo y cada día más y más en la unidad de todas las almas, derramando también ésta Llama de Amor. Entonces veréis que pondréis el final a la lucha, a las cadenas que el ángel desterrado puso y quiere quitaros las almas a los moribundos y a través de la oración os daréis la libertad a todas ellas y serán libres criaturas de la creación y con la lumbre suave de mi Llama de Amor veréis grandes conversiones entre los pecadores más empedernidos, pues, hijo mío, tú sabéis que vuestra Madre está siendo la intercesora porque no deseo que ya nunca más se pierda ni una sola de las almas.
Por ello os ruego y os pido que estéis todo el tiempo que podáis repartiendo vuestros momentos de forma que no dejéis ni un sólo minuto sin la guardia de las oraciones y del Santo Rosario, de la Coronilla y sin la Evangelización sobre todos los pueblos del mundo. Yo os prometo y os digo que mi promesa se ha de cumplir con todos aquellos que hagan adoración nocturna fundados en la Llama de mi amor. La oración que se extienda a lo largo del día impedirá que se condene ningún moribundo más. Yo, hijo mío, os hago esta promesa desde mi Inmaculado Corazón y en ti a todos mis hijos e hijas amadas. Si las almas dispuestas a este pedido de vuestra Madre son muchas, acepto que repartáis vuestro tiempo a través de la oración con cada una de ellas. Recordad siempre que cuanto más íntima sea la oración, más cegaréis tú y vuestros hermanos y hermanas al ángel desterrado y a quienes os siguen. Y aquellos hijos e hijas que se encuentran moribundos, recibirán nuevamente ayuda y nuevas fuerzas para vencer totalmente todo en la lucha. Y os pido que nunca dejéis u os olvidéis de las almas que se encuentran en el Purgatorio, orad por todas ellas, liberadlas, hijo mío, para que se eleven al Reino de los Cielos, para que vuelvan a estar unidas al Padre, Hijo y Espíritu Santo. Os pido por ello oración, oración, oración y el rezo continuo del Santo Rosario. Os ruego volved todos juntos a mi morada, a la morada de vuestro Padre, volved a mis brazos de Madre de todos vosotros, salvad vuestras almas y formad un mundo de armonía, justicia, misericordia, amor y paz, os ruego desde mi Inmaculado Corazón, hijitos míos, os pido para que la Luz Divina de CRISTO JESÚS descienda junto a mi Llama de Amor sobre todos vosotros liberándolos por los siglos de los siglos.
Amén.


12/11/2012 10:04 Horas
CIUDAD DE AVELLANEDA – PROVINCIA DE BUENOS AIRES – REPÚBLICA ARGENTINA
Para pedidos de oración de los miembros del Cenáculo SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA: www.lavozdesantamaria.com.ar

JOSÉ LUIS BELMONTE