Quinto Canto b
01 [Coro] ¡Vuelve, vuelve Sulamita, vuelve, vuelve, para que te veamos! [El Amado] ¿Por qué miran a la Sulamita, bailando entre dos coros?
02 [El Amado] ¡Qué bellos son tus pies en las sandalias, hija de príncipe! Las curvas de tus caderas son como collares, obra de las manos de un orfebre.
03 [El Amado] Tu ombligo es un cántaro, donde no falta el vino aromático. Tu vientre, un haz de trigo, bordeado de lirios.
04 [El Amado] Tu cuello es como una torre de marfil. Tus ojos, como las piscinas de Jesbón, junto a la puerta Mayor. Tu nariz es como la Torre del Líbano, centinela que mira hacia Damasco.
06 [El Amado] Tu cabeza se yergue como el Carmelo, tu cabellera es como la púrpura: ¡un rey está prendado de esas trenzas!
07 [El Amado] ¡Qué hermosa eres, qué encantadora, mi amor y mi delicia!
08 [El Amado] Tu talle se parece a la palmera, tus pechos a sus racimos.
09 [El Amado] Yo dije: Subiré a la palmera, y recogeré sus frutos. ¡Que tus pechos sean como racimos de uva, tu aliento como aroma de manzanas,
10 [El Amado] y tu paladar como un vino delicioso, que corre suavemente hacia el amado, fluyendo entre los labios y los dientes!
11 [La Amada] Yo soy para mi amado, y él se siente atraído hacia mí.
12 [La Amada] ¡Ven, amado mío, salgamos al campo! Pasaremos la noche en los poblados;
13 [La Amada] de madrugada iremos a las viñas, veremos si brotan las estepas, si se abren las flores, si florecen las granadas... Allí te entregaré mi amor.
14 [La Amada] Las mandrágoras exhalan su perfume, los mejores frutos están a nuestro alcance: los nuevos y los añejos, amado mío, los he guardado para ti.
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