A Mí me abandonáis. Yo sufro el abandono de todos vosotros, y estoy Enamorado, Enamoradísimo de vosotros. Y si me decís: “Ven”, corro irremediablemente hacia vosotros porque mi Esencia es Amor, y no puedo hacer otra cosa. Mi Corazón se desgarra. Piensa que es el Corazón de Dios, y es Infinito el abandono que puede llegar a sentir, porque Infinito es su Amor. Mi Corazón está Dolorido, pero participas algo de ese Dolor, al estar enamorada también. Tu corazón es el de una enamorada. (2) Es así como es el Mío: Soy Enamorado Maltratado de Amor por vosotros. Maltratado de desamor, de olvido y de abandono. Y no me canso de esperar. Piensa que Yo puedo pasarme toda la vida de una persona sobre la tierra esperando su amor y que vuelva a Mí y que deje de maltratarme, de odiarme, y de tenerme rencor por afrentas inventadas, que no han existido. Y esa persona a veces sólo quiere hacerme sufrir y busca cada ocasión para hacerme más sufrir. Y si de una manera puede hacerla más dolorosa para Mí, la elige, haciendo hincapié y procurando siempre que Yo vea y me dé por aludido de que me odia, reclamándome luego mi atención y echándome en cara lo poco que le atiendo y el poco caso que le hago, lo que le odio incluso o todo el mal que me esfuerzo en procurarle, siendo siempre todo mentira. Se me acusa de Mentiroso, de faltar a mis Promesas, de Cruel, de Rencoroso, de No-perdonador, de Elitista, de Padre y Marido Malo, de Asesino incluso. Piensa, hija mía, que estas acusaciones van vertidas al mismo Dios, que tiene Corazón, y Corazón de Hombre. ¿Cómo puede encontrarse Él? ¿Habéis pensado alguna vez en el Dolor de Dios?Pensad que, si alguien al que amáis os acusa de esto, siendo falso, os estáis asemejando al Corazón del mismo Dios. Agradecedle tal Don, y venid a uniros Conmigo. Así vuestro dolor será fructífero porque estará unido al Dolor del mismo Dios, y servirá de salvación por vuestros hermanos. Estad alegres por eso, por haberos dado cuenta que podéis uniros al Corazón del mismo Dios, en su Sufrimiento, y todo tiene sentido. Llegaréis a experimentar todo este sufrimiento como en un gozo enorme. Es Gozo, porque esto Consuela al mismo Dios. Se os permite y sois llamados a Consolar al mismo Dios. ¿Puede haber mayor Dicha aquí en la tierra? Miradlo así. Miradlo desde esta perspectiva. Si sois un corazón amante y cariñoso, pues entonces sois más parecido al Mío. Si sois un corazón sensible y os hiere mucho esto, ¡entonces sois más parecidos a Mí! Comprenderéis así más el Dolor del mismo Dios, y vendréis a participar con Él. Pensad que este Dolor y esta Muerte, lleva a la Resurrección. ¿Queréis Resucitar Conmigo? Tendréis así un puesto especial a mi lado, puesto de los que fueron en vida sobre la tierra consoladores del mismo Dios. Es un puesto privilegiado aquí y en el Cielo. Vosotros que ansiáis por los puestos mejores, éste que os digo es un puesto mejor: (3) El puesto del sacrificio y de la oblación de vuestra propia vida. Si fuerais un corazón insensible y hierático, no me serviríais para esto. Llamo a los corazones sensibles y amorosos, ardientes y apasionados.
(4) Así Soy Yo. Éste es el que Soy: El Apasionado, el Ardiente de Amor, el Loco de Amor por ti, el que hace todo, hasta barbaridades, para conseguirte, el que no le importa ser despreciado, y vuelve, y vuelve, y vuelve a por ti, en espera que algún día digas que sí. El que te perdonaría aun el mayor crimen, si te arrepintieras y si fueras a Él. ¡Oh, qué poco me conocéis…! ¿A que no me conoces así, hija mía? Algo. Pero no tanto como me dices ahora. ¿Piensas que si los hombres supieran como Soy, me tendrían aquí olvidado? No. ¡Qué va! Niña, necesito que vayas tú hoy a decírselo: que aquí, en el Sagrario, hay un Mendigo de su amor, hay un Loco de Amor Apasionado y Perdonador aun de los mayores crímenes. Hay un Eterno Amante Esperante. Que les espera, y que no pierde la esperanza en que un día vuelvan, vuelvan a Él. ¡Oh, Dios mío! ¡Qué Loco es tu Amor! ¡Qué Apasionado! ¡Cuánto nos Amas! Os Amo. Y a ti en especial. Por eso te asemejo día a día más a Mí, porque quiero que tu corazón sea cada vez más una imitación del Mío. Por eso te hago pasar por mis mismos Dolores. En ínfimo, porque eres muy ínfima, ¡pero Yo elevo todo esto tuyo ofrecido, y lo elevo a la categoría de Dios!
No releas, y ven por el camino que Yo quiero llevarte en estos Ejercicios. (Es que tengo a veces la idea de leer y meditar y pensar lo anterior, pero si lo hago tiene tanta profundidad, que no avanzo, no avanzaría por donde Él quiere llevarme)
Amada: ¿te gusta la vida Conmigo? Me encanta, Señor. Jesús, llenas mi alma. Lo que quiero es vivirla cada vez más a tope exactamente por donde Tú dices.
Ven Conmigo: (Enfrente, donde el Sagrario, veo esa cortina, que esta vez es un cortinón, y veo la mano de Jesús que la corre para que pase viendo. Están unos entendidos. Y yo por allí, minúscula. Exactamente igual a como me siento ahora aquí) (5) Querida, el Cisma va ser menor. ¿Por qué? Gracias a ti. Porque algunos harán caso de estos Mensajes. ¿Por qué dices eso, Jesús? (Que será menor el Cisma) Porque el número del Resto será mayor. Atiende y registra toda la Revelación que quiero para esta Hora: Saldrá este Libro y, cuando se publique, tendrá mucha aceptación, mucho éxito. Tanto, que la Iglesia de España no se atreverá a hacerte nada, porque serás un profeta muy “popular”. De momento será así. Con los Tres Libros debes ir a Roma, y entrevistarte con el Papa, y… No estás diciendo esto, Jesús. Dime el Gloria.
Valiente niña: Gloria a Dios en las Alturas. Por la Gloria de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, lucha hasta el final. Gloria a Dios en el Cielo, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Se cumpla su Voluntad en ti y en todas sus criaturas. …(6) y avisarle de su encarcelación. Será hecho prisionero en el propio Vaticano. (7) En su lugar, erigirán al Antipapa, que dará camino al Anticristo, y vendrá la verdadera persecución contra toda la cristiandad, hecha desde la misma iglesia, la Falsa iglesia. Al principio tendrá apariencia de muy acorde con la Ley y los Profetas,564 muy fiel a los principios de la Tradición, los de toda la vida. Querida, ya sé que me pides que todo esto lo diga a más gente. Lo diré, pero cuando termine de dictarte a ti. A partir de entonces, lo diré a más profetas.
El Reinado de los Corazones de Jesús y de María: Las Consagraciones. (8) Para que María pueda pasar a ser la Reina de vuestros corazones, y la Madre y Maestra que los va transformando, primero tenéis que haberle dado cabida vosotros, en vuestras almas. Tenéis que invitarla a pasar, tenéis que entregarle todas vuestras cosas, con disposición, con buena cara, con amor, para que Ella pueda empezar a transformaros, pueda empezar la transformación en vuestros corazones, para hacer unos corazones semejantes a Ella, la Madre del Cordero, la que mejor me ha amado y me ama. Para que os enseñe a amarme. Con esos corazones, siempre dispuestos a amarme en toda circunstancia y tan similares a María, podré Yo construir la Jerusalén terrestre. La Nueva Jerusalén que ha bajado del Cielo565 es María. Con los hijos de María, similares a Ella, construyo la Nueva Jerusalén Terrestre, el Reino de Dios en la tierra. La Novia engalanada, la Jerusalén Celeste, hace ya tiempo que baja a vosotros y se aparece, en múltiples formas, con todo tipo de manifestación, para enseñaros el Camino, para avisaros que ya vuelvo, y no puedo encontrar mi Casa así, sino que la quiero encontrar aseada de vergüenzas. Quiero que en cada corazón vuestro Yo pueda albergarme como lo hice y como lo hago en María. Lo hice al venir hecho Carne, lo hago ahora en el Cielo, donde Yo estoy también dentro de Ella, en su regazo, en su seno, que es donde mejor se está. (9) ¿Dónde encontraréis al Hijo del Hombre? En el Seno de María. Ahí me quiero albergar. Quiero en esta Segunda Venida encontrar corazones como el de mi Madre para venir a morar en ellos. Quiero ser una Eucaristía dentro de ellos. Así como mi Madre albergó al Verbo Eucarístico, y lo alberga, quiero ser albergado por vosotros. Y quiero por eso que sea un Reinado Eucarístico. Jesús-Eucaristía, viene con María.
(10) (Y entonces lo que vi fue a la Mujer, a María, bajando del Cielo con la Eucaristía en la mano. Reluciendo) ¿Sí? ¿Será así tu Segunda Venida? Sí. Para instaurar en la tierra el Reinado Eucarístico, con Dones Preternaturales sobre los hombres que me quieran albergar. (11) ¿Como en el Paraíso? No así exactamente, pero parecido. Los hombres no lograrán recuperar esa naturaleza como el principio,566 y la naturaleza seguirá estando caída. Por eso seguirá estando en cada uno de vosotros, hombres nacidos, el pecado original, y será necesario el Bautismo. Pero se asemejará mucho a la anterior, a la que teníais en el Paraíso. Sobre todo en esto: “El hombre hablará cara a cara con Dios”.567 El hombre tendrá un trato directo y más cercano con Dios. Pero será con Dios-Eucaristía. Los Dones emanarán de la Custodia, de las Eucaristías vivientes que se entronizarán perennemente en las Parroquias y en las Iglesias, y a las que los hombres acudirán día y noche en una Adoración Perpetua y Perenne. De esa Adoración los hombres sacarán: “Sacarán Aguas con Gozo de las Fuentes de la Salvación”.568 De esa Adoración los hombres sacarán fuerzas, entendimiento, discernimiento y todos los dones posibles. Hasta la curación de las enfermedades del cuerpo y del alma, siendo renovados también con sus cuerpos. En sus cuerpos, transformados. Poco a poco. Como en una madurez y según sea su trato Conmigo, el avance de su trato Conmigo. No será una Resurrección. Por eso los cuerpos no tomarán las propiedades de los cuerpos resucitados, porque no estáis todavía en el Paraíso Celeste. Es como un Paraíso Terrestre. Volver a restaurar todas las cosas en Cristo569 en este Reinado que es Eucarístico de Amor. Todo lo que tú tienes que hacer para que esto así sea te parecerá pan comido, aunque se trate de algo difícil. Así como copias esto fácilmente durante dos horas seguidas, sin preocuparte de cuál es la idea que tienes que copiar, sino simplemente al dictado, a mi Dictado, así será en ti y en tu vida con todo. La parte más difícil, la acabas de atravesar. Es el periodo de prueba, de entrenamiento. Es en el periodo que probamos a mi Profeta para ver si le encontramos válido para lanzarlo a la misión. Ha sido encontrada válida: en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Yo podría hacer que un Libro de éstos cayera del Cielo, ya confeccionado y ya preparado. Y sin embargo no es la actuación de Dios así. Mira la Historia de la Iglesia. Mira la Biblia. Tardaron años, ¡siglos!, en conseguirla. Y sin embargo es Palabra de Dios bajada del Cielo. ¿Por qué hago así? Es verdad, por qué haces así. Es para que se vea vuestra actuación. Dios no hace nada obligando al hombre. No hace nada sin su permiso. El hombre tiene que dar cabida a Dios en su vida. Si no, Dios no irrumpe. No obliga. Invita, llama, tiende la mano y necesita de vuestro pobre esfuerzo. Y sin vuestro pobre esfuerzo, no sale nada, aunque sea su Plan de Salvación. Lo hace depender de vosotros. Y pone guías entre las gentes, como intermediarios. Es para que os ejercitéis en vuestra humildad y vuestra confianza en Dios. Dios no necesariamente elige a los que más valen. Simplemente, elige a unos. Quiere vuestra aceptación de su Voluntad, primero sobre esos unos, y después sobre todos los demás que han de seguirla por ese medio.
Son las Bodas del Cordero.570 (12) ¿Qué es eso de las Bodas del Cordero? El Cordero se casa, se desposa con la Iglesia, engalanada como una Novia. Es María la Esposa, la que trae al Cordero a la Humanidad, para que se despose con Él como Yo lo estoy con Ella. (Al día siguiente vi un tapiz en la Basílica del Valle, titulado: “Las Bodas del Cordero”. Y en la figura central abajo, había un convite en una mesa con comensales y con María a la cabecera, que llevaba un Cordero en los brazos y lo acariciaba. La misma idea exacta). Para eso ha hecho vuestros corazones semejantes al Suyo, capaces de albergar la Vida, con ese Inmenso Amor. Está haciendo los preparativos para la Humanidad, para esas Bodas. Está arreglando a la Novia, para que sea del mayor agrado de su Esposo. Con todos aquellos que digáis sí, y que os arregléis y que os enmendéis y que os purifiquéis, Yo construiré la Nueva Jerusalén. Y lo haré desposándome con cada uno de ustedes, en un matrimonio oblativo donde el Esposo da la vida por la Esposa, pero ésta también la da por Él. A modo de María Reina, similar a María. Por eso, vuestra tarea ahora mismo es vivir vuestra Consagración, entregándoos a María todo lo que os sea posible, dejándoos hacer, dejando que Ella extirpe o pula lo que sea necesario de vuestros corazones, dejándoos aconsejar. ¡Yo os la he dado por Madre! Ella cumple con su Tarea a la perfección. Con los corazones que se dejen transformar y se entreguen a Ella, Yo construiré la Jerusalén Celeste en la tierra. Esos constituirán mi Resto, en quien confío. Os encontráis ahora mismo en ello.
(13) Mi Resto, en quien confío, recibe las instrucciones de María Reina, María Reina de los corazones. Yo no os dejo huérfanos571 ni sin saber a dónde ir. De aquí y de allí suscito profetas de salvación, como aquel que copia al dictado esto. Vosotros acogeos al que tengáis más a mano, al que haya venido a vosotros. Y a ése seguidle, sin picar de aquí o de allí. Con uno solo os bastará. (14)Tengo, de entre este Resto, un Ejército, que es el Ejército de los Apóstoles de los Últimos Tiempos, pero almas víctimas y victimantes. A cada uno los quiero en un sitio. A éstos los quiero ofreciéndose por la salvación de sus hermanos. Para ello quiero en esta etapa oblativa cruenta que su corazón se asemeje más al Salvador, y que pase por la etapa de su Pasión y Muerte, para ser verdaderamente esa Eucaristía que se entrega por vosotros. Por eso, en ese ofrecimiento y en esa Consagración a María, a éstos los quiero un poco más allá de amor oblativo y aniquilamiento de uno mismo hasta dar la vida. No penséis que es un camino triste: es un camino gozoso, donde todo el sufrimiento, si os entregáis bien y de veras, se os tornará en gozo por su Reino. No seréis capaces ni de sufrir con ninguna cruz, pues lo haréis en el medio de alegrías. Seréis muy mimados y cuidados por Mí, como tú lo estás siendo en este esmero que hago (estoy haciendo) contigo, de Amor. Cuidaré todos los pormenores de vuestra vida para que lleguéis un día a hacerme vuestra oblación total. Cada uno de vosotros me es muy necesario, y es muy importante para este Plan de salvación. Estas almas-víctima, este Ejército de almas-víctima son muy importantes para mi Plan de Salvación. Te alabamos, Dios Todopoderoso porque has escondido estas cosas a sabios y prudentes y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.572
NOTAS:
563 Cfr. I Co 13,1ss.
564 “La Ley y los Profetas”: Así denominan los judíos al Antiguo Testamento: Cfr. Mt 5,17; 22,40; Lc 16,16; etc.
565 Cfr. Ap 21,2ss.
566 En la misma situación de justicia original que tenían Adán y Eva antes del pecado original.
567 Cfr. Gn 32,33; Ex 33,11; Nm 12,8; Ap 22,4; etc.
568 Cfr. Is 12,3.
569 Cfr. Hch 3,21; Ef 1,10.
570 Cfr. Ap 21-22.
571 Cfr. Jn 14,18.
572 Mt 11,25s.
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NOTA EXPLICATIVA:
Tapiz al que se refiere Marga
Tapiz del Valle de los Caídos
Los “TAPICES DEL APOCALÍPSIS” son ocho tapices adquiridos por Felipe II en 1553, originarios del taller bruselense de Guillermo Pennemaker siendo el autor de los cartones el artista flamenco Bernardo Van Orley. Durante los 12 años que duraron las copias de los mismos, en la Fundación Francisco Franco de Madrid, estuvieron colgados en la Basílica del Valle de los Caídos. Las copias se realizaron en una tela compuesta con lana, seda, plata y oro y las medidas de las mismas son prácticamente como la de los originales 5’22 x 8’54 m. Una vez finalizadas, sustituyeron a los originales, que regresaron a su lugar de origen: la Granja de San Ildefonso.
Séptimo tapiz: La meretriz y su castigo. Las bodas del Cordero Escena primera (arriba del todo, izquierda). Aparece Jesús, como Cristo Rey, bendiciendo. Escena segunda (arriba y en medio, izquierda) Tres ángeles arrojan el contenido de los cuencos de la ira divina sobre los hombres, la fiera, el río Eufrates y sobre la ciudad de Babilonia. Unos ciudadanos se duelen de la destrucción de la ciudad (Ap. 16,8; 16,12; 16,17-19)
Escena tercera (abajo, izquierda) La meretriz que representa a Babilonia (Roma) aparece sentada a orillas del Eufrates. Tiene a sus pies a los reyes embriagados por el vino de la lujuria. A la derecha, junto a la meretriz, bestias; debajo hombres tumbados (Ap. 17,1-2) Escena cuarta (abajo derecha) La meretriz cabalgando sobre el dragón de siete cabezas, va ofreciendo a los reyes de la tierra un cáliz de sangre, símbolo de las abominaciones. (Ap. 17,3-4) Escena quinta (centro, entre arriba y abajo) La meretriz aparece entre llamas. La escena queda coronada por un ángel que lanza una piedra de molino sobre las aguas del mar (Ap 17,16-18; 18,9-10; 18,21) Escena sexta (arriba centro) El Hijo del Hombre, sentado sobre el arco iris, rodeado de los ancianos y de los símbolos de los Evangelistas, y con el libro de las profecías sobre las rodillas solemniza la destrucción e Babilonia (Roma) (Ap 19,1-2; 19,4) Escena séptima (abajo centro) Las bodas del Cordero con la Iglesia (Ap 19,6-8) Escena octava (arriba derecha) El ejército de Cristo en pos de Jesús. El Salvador queda entronizado, con el cetro en una mano y una espada flamante de doble filo en la boca (Ap 19,11-16) Escena novena (arriba, extrema derecha) Un ángel sobre el sol, da órdenes a las aves para que lleguen al banquete de Dios (aquí no se ven aves, pero algunas aparecen arriba a la izquierda, en el tapiz octava) (Ap 19,17-18)
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