Por
Álvaro de JuanaEl Papa pronuncia la homilía en Milán. Foto: Captura Youtube
MILÁN, 25 Mar. 17 / 10:14 am (
ACI).- En la homilía que el Papa Francisco pronunció durante la
Misa en el Parque de Monza en Milán, ofreció 3 claves para vivir la alegría del Evangelio, tener esperanza cristiana y señaló que cuando se deja actuar a Dios lo que parecía imposible se hace realidad.
“La Anunciación es el anuncio más importante de nuestra historia” porque genera “
vida” y “esperanza”, dijo el Papa sobre el Evangelio que se proclamó sobre Santa María. El Pontífice comenzó así su homilía en la Misa que celebró en Milán, donde se congregaron miles de personas que lo aclamaron a su llegada.
Francisco entonces se preguntó qué hacer para vivir la alegría del Evangelio y tener esperanza cristiana, a lo que respondió con 3 puntos:
Evocar la memoria
El Santo Padre explicó que “lo primero que hace el ángel es evocar la memoria, abriendo así el presente de María a toda la historia de la salvación”.
“También nosotros somos invitados hoy a hacer memoria, a mirar nuestro pasado para no olvidar de dónde venimos. Para no olvidarnos de nuestros antepasados, de nuestros abuelos y de todo aquello que han pasado para llegar donde estamos hoy”.
En definitiva, “evocar la memoria es el mejor antídoto a nuestra disposición frente a las soluciones mágicas de la división y del distanciamiento”.
Pertenencia al pueblo de Dios
“Nos hará bien recordar –explicó el Pontífice– que somos miembros del pueblo de Dios. Un pueblo formado por miles de rostros, historias y proveniencias, un pueblo multicultural y multiétnico. Esta es una de nuestras riquezas".
"Es un pueblo llamado a albergar las diferencias, a integrarlas con respeto y creatividad y a celebrar la novedad que proviene de los otros”.
La posibilidad de lo imposible
“Cuando creemos que todo depende exclusivamente de nosotros permanecemos prisioneros de nuestras capacidades, de nuestras fuerzas, de nuestros horizontes miopes” pero “cuando nos disponemos a dejarnos ayudar, a dejarnos aconsejar, cuando nos abrimos a la gracia parece que lo imposible comienza a ser realidad”.
Francisco aseguró que “Dios continúa buscando aliados, continúa buscando hombres y mujeres capaces de creer, capaces de hacer memoria, de sentirse parte de su pueblo para cooperar con la creatividad del Espíritu”.
Por otro lado, el Santo Padre dijo que en la Anunciación se pone de manifiesto que “Dios se hará carne para caminar junto a nosotros desde el seno de su Madre".
"Ya no habrá más un lugar reservado a pocos mientras la mayoría permanece esperando fuera. Nada y ninguno le será indiferente, ninguna situación será privada de su presencia: la alegría de la salvación tiene inicio en la vida cotidiana de la casa de una joven de Nazaret”, aseguró.
El Papa también dijo que “Dios mismo es el que toma la iniciativa y elige entrar, con ha hecho María, en nuestras casas, en nuestras luchas cotidianas, llenas de ansias y junto a nuestros deseos”.
Este anuncio es “una alegría que genera vida, que genera esperanza, que se hace carne en el modo en el que miramos al mañana, en la actitud con la cual vemos a los otros. Una alegría que se convierte en solidaridad, hospitalidad, misericordia hacia todos”.
No obstante, existe la posibilidad de “desconcierto” porque “mientras el dolor llama a muchas puertas, mientras en tantos jóvenes crece la insatisfacción por la falta real de oportunidades, la especulación abunda”.
“Ciertamente, el ritmo vertiginoso al que estamos sometidos parece querer robarnos la esperanza y la alegría”, advirtió.
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