16 – Enseñanzas del Padre Celestial – 12/1/2010
Dime Padre, aquí estamos para escucharte, Padre hoy se nos dijo SEA, y nosotros deseamos responder a ese SEA.
Si hija sed y estad para amar, es el camino que debéis recorrer hacia vuestro corazón.
Guíanos Padre
Hija mía vuestro corazón es el lugar de la verdad y de la decisión, es allí donde vosotros decidía que sentido y qué camino elegiréis para vuestras vidas, en él os adentráis para buscar y encontrar a Dios en la oración. Sobre todo hija mía cuando esa oración es la del silencio profundo del encuentro con Dios y cuando contempláis mi interior, donde reposáis en mi interior, donde yo os abrazo con amor, cuando habéis elegido vivir la alianza de amor, Mí espíritu descendió y penetró dentro vuestro y desde esa consciencia filial de unión profunda con vuestro Padre, llegaron hasta mi vuestros gemidos, inefables de vuestro amor.
Así vuestro corazón es el lugar del encuentro, de el hombre con Dios, allí hijos míos se pronuncia la voz de la alianza SOY YO, estoy aquí y te amo. Yo vuestro Padre os llamo en un grito apasionado invitándoos a responderme de igual manera Padre Amado, soy yo, estoy aquí y te amo.
Desde que mi mano os formó con ternura no he dejado un solo instante de llamaros, hoy os llamo con mayor fuerza, se ha abierto ya el vientre de la madre, dando a luz el nuevo reino, sin embargo hija mía, sois forasteros en vuestro propio corazón, habéis perdido la dirección y no conocéis ya ni el camino ni la meta.
Peregrinos sin rumbo, os habéis vuelto incapaces de conocer vuestra identidad y vuestra misión en el mundo. El hombre es ahora habitante de ningún lado, desconoce cual es su lugar y no encuentra donde pertenece, dónde debe estar.
¿Padre hemos respondido ahora?
Si hija, vosotros habéis respondido, pero cuantos más, a ellos deberéis abrir el camino del corazón, mi voz resuena, pero el hombre hija mía es incapaz de escucharla, aturdidos y seducidos por fuera, os alejáis de vosotros mismos y de vuestro Creador.
Si Padre ¿Viajeros sin rumbo verdad? Atrapados en el desaliento, lo se Padre, muchas veces así nos hemos sentido, cada vez que perdimos los pasos que nos guiaban hacia Ti.
Hija mía el hombre está atrapado en un profundo vacío interior que trata de llenar con las ofertas de vuestro mundo y llega hasta vuestro Padre su clamor, se os ha dicho consolad a mi pueblo, traed a mi pueblo de regreso al hogar, para ello deberéis enseñar el camino al corazón.
Instrúyenos Padre
Dime hija mía, si vuestro Padre está dentro vuestro, ¿por qué os obstináis en permanecer fuera, por qué rehuís penetrar dentro de vuestro propio corazón y contactar con vuestros anhelos más profundos?
Tal vez Padre mío, porque tenemos temor, nuestro peor enemigo, temor a lo que encontraremos dentro, y no deseamos arriesgarnos.
Es ese temor hijos míos el que destruye al hombre, de él deberéis liberar a mi pueblo, para que pueda emprender el regreso al hogar, que no es otra cosa que el regreso a vuestro interior, a vuestro corazón, allí donde mora vuestro Dios. Deberéis llegar hasta lo más profundo para encontrarnos allí con el Dios vivo. Yo vivo dentro vuestro, no estoy lejano, ni sentado en un lugar al que no podéis llegar, no tenéis que escalar hasta las alturas, ni necesitáis siquiera caminar demasiado, estoy allí dentro vuestro, ni es necesario hijos míos que toquéis a la puerta, pues Yo estoy en la puerta aguardando.
Es en vuestro corazón donde descubrís vuestra identidad más profunda y podréis decir YO SOY, es vuestro corazón unido al de vuestro Padre y en comunión con el de vuestro hermano Jesús.
Cada uno de vosotros sois una célula del cuerpo místico de Cristo, Yo vuestro Padre soy el centro, habito en el corazón de cada uno de vosotros, y doy a cada uno lo que necesita para sí, es allí donde os doy mis mensajes, donde se pronuncian mis palabras, donde os comunico todo Mi Ser. Desde ese centro he trabajado llamando al hombre atrayéndolo hacia Mí, animándoos a recorrer paso a paso el camino a mi propio corazón, aguardando vuestra respuesta, soy yo Padre y estoy aquí y os amo, y así hijos míos vivir en fidelidad mi alianza.
Padre ¿Qué es lo que hace que no seamos capaces de escuchar tu voz, que no podamos escuchar tu clamor?
Hija mía el hombre no tiene deseos de colocar en el centro de su corazón a Dios, está demasiado ocupado en colocarse dentro el mismo, entonces se produce la ruptura, ya no hay unión, sino egoísmo, no es tu eres, sino que es yo pienso, Dios que tal vez tu eres.
¿Padre es allí cuando te decimos a ti no te necesito?
Hija mía es lo que el hombre ha venido haciendo desde el principio del tiempo, dejó de necesitar la voz de Dios solo le bastó su propia voz.
¿Dime Padre amado cual es el camino que debemos enseñar?
El del corazón hija. Es el camino que recorre todos los espacios de vuestro interior, debéis conocer cada espacio de vuestro corazón aún el más pequeño e insignificante. Cuando os adentréis en vuestro corazón, cuando la verdad la recorráis por completo os sorprenderá encontrar sentimientos guardados que ignorabais que teníais. Entonces hija mía el hombre podrá como vosotros vivir en armonía e intensa unión con su huésped interior, Dios mismo. Es allí donde aprenderá al igual que vosotros a relacionarse de corazón a corazón con los hermanos, allí aprenderán a escuchar y reconocer mi voz. Desde allí podrán elegir la vida que desean vivir, la verdadera vida en libertad.
¿Ese camino al corazón cómo hemos de hacerlo?
Descubriéndoos peregrinos del corazón, hija mía, ese es el mayor problema del hombre, no logra descubrir que toda vuestra vida es un camino hacia vuestro propio interior, hacia vuestro propio corazón, en el silencio de vuestro corazón os hago escuchar Mi Palabra, os doy a conocer mi ser más profundo, me uno a vosotros en un vínculo indisoluble de amor filial, desde allí os reconozco como mis hijos. SOIS YO, hijos míos, vosotros sois mis manos, vosotros sois mi voz, vosotros sois mis ojos y mis pies, allí donde vosotros vayáis iré Yo, enseñad el camino al corazón, es esencial para que el nuevo reino florezca, como florece la madre con cada hijo que nace, como florecerá la esposa con radiante luz cuando el amor venga al mundo, después de este no habrá otro, no habrá ya otra alianza, ni otro lugar de amor, vivid en plenitud este nuevo tiempo, muchos hijos míos a lo largo del mundo están encontrando el regreso al corazón del Padre, la esperanza vuestra niña, sembrará más esperanza y serán más los que se abrazarán a mi amor.
Dime Padre aquellos que no encuentren el camino, aquellos que desperdicien esta oportunidad, dime Padre ¿Qué sucederá? ¿Cómo podremos ayudarlos?
Primero que nada hija mía, no te corresponde ti juzgar ni decidir que es desperdiciar un alma, una oportunidad, dime hija mía se desperdicia una vida si la persona no hace otra cosa que pensar en poesía todo el día, y así durante muchos años, y n hace nada para mostrar para mostrar al mundo la vida de Dios, pero un día se presenta ante Mí con una sola poesía que abre las puertas al entendimiento y la iluminación a millones de personas.
Se desperdicia una vida o esa vida desperdicia su oportunidad si es mentirosa, si engaña, causa daño, manipula, arruina a los demás la vida, pero al fin recuerda algo de su verdadera naturaleza y de este modo recuerda o recupera algo que tenía olvidado, encuentra de repente cual es su origen y de ese modo evoluciona y llega al encuentro de Dios. ¿Fue acaso desperdiciada esa vida? No hija mía, no es facultad vuestra juzgar el viaje de otra alma. Lo que sí es tarea vuestra es enseñar el camino hacia el corazón a todos, pues la verdad y Dios se encuentran en el mismo lugar, en el silencio allí donde os he pedido hoy que estéis permanentemente, en el interior de vuestro corazón, allí donde he plantado mi carpa, mi morada, allí y desde allí transfiguro vuestra existencia, y vuestras vestiduras resplandecen.
Dime Padre, siempre he visto resplandecer las vestiduras de mi amado esposo, siempre he visto su luz.
Si hija mía pues hace mucho tiempo ya que él ha montado dentro de su corazón una morada para vuestro Dios, entonces es en él la luz, como lo es toda criatura que permite el viaje de su Señor a las profundidades del corazón. El hombre está cambiando constantemente, vosotros cambiáis constantemente, estáis recreándoos cada minuto, cada segundo de vuestro tiempo, y así como vosotros os recreáis del mismo modo vuestro mundo se recrea todo aquello que desees para vuestro mundo es facultad vuestra lograrlo, sois chispas divinas, sois YO, así sea.
Así como vuestra Madre respondió un día al llamado de Dios,
Así como vuestra Madre no dudo un instante en salir al encuentro, de quién lo necesitaba,
Así como vuestra Madre en el silencio y en la espera sembró el amor en tantos corazones,
Pues ella, un día respondió SEA, para que YO vuestro Padre SEA en vosotros.
SED Y ESTAD PARA AMAR
Amén.
Sea en nosotros Padre, que SEA en nosotros tu Amor y por siempre SEA.
Te amamos Padre Amado.
Grabad esas palabras en vuestra mente, en vuestros corazones, en las puertas de vuestras casas, allí donde vayáis, grabad esas palabras y tenedlas siempre presente pues vosotros SOIS.