MÉXICO D.F., 21 Jul. 15 / 12:34 pm (
ACI).- El Arzobispo de México (México),
Cardenal Norberto Rivera, invitó a los fieles a buscar “momentos de silencio y oración” para encontrarse verdaderamente con Cristo “y descansar un poco de todas nuestras tensiones”, pues Jesús sabe que no se puede vivir siempre con stress “aunque sea por motivos apostólicos y altruistas”.
El Arzobispo hizo esta recomendación al reflexionar sobre la lectura evangélica del domingo pasado, cuando los discípulos de Jesús regresan luego de haber ido de dos en dos a evangelizar a los pueblos cercanos.
“La actitud tan ‘humana’ de Jesús también se revela en un pequeño detalle que el Evangelio nos transmite. Tras el esfuerzo de los apóstoles en su gira pastoral, Jesús no se contenta con decirles que han cumplido bien con su deber, sino que se muestra comprensivo y amigable: ‘Vengan conmigo a un lugar solitario, para que descansen un poco’. ‘Y se fueron a un lugar tranquilo y apartado’”.
“Jesús –afirmó el Cardenal Rivera-, sabe que no se puede vivir siempre con la tensión del stress, aunque sea por motivos apostólicos y altruistas y regala a los suyos unas mini-vacaciones en el mar. Por supuesto que Jesús aprovechó ese descanso para tener un trato más familiar y cercano con sus discípulos”.
El Arzobispo aseguró a los fieles que “esa misma invitación la sigue repitiendo Jesús a través de los siglos a todos sus seguidores y nos dice ‘vengan a mí, todos los que están cansados y agobiados por los trabajos y cargas, que yo los aliviaré’”.
“Los momentos de silencio y oración, la lectura meditada de la Palabra de Dios, la visita al sagrario, la eucaristía dominical, un retiro espiritual de vez en cuando, son oportunidades que necesitamos, como el oxígeno, para encontrarnos realmente con Jesús y descansar un poco de todas nuestras tensiones”, afirmó.
Misericordia con el necesitado
En su homilía dominical, el Arzobispo recordó que la gente vio a Jesús que iba en una barca con sus apóstoles y “fueron corriendo por tierra” para darle el encuentro. “Nadie puede negar la capacidad de convocatoria de Jesús y su madera de líder”, su figura a lo largo de la historia “ha provocado más admiración y entusiasmo que la de todos los líderes de todos los tiempos y los ídolos modernos”.
El Cardenal Rivera destacó la compasión que Cristo tuvo por las personas que lo seguían. “La compasión, esa actitud tan humana y tan poco apreciada en el anonimato y en las prisas de las grandes ciudades, es un rasgo característico de Jesús. Si somos sinceros tenemos que reconocer que hoy la misericordia es una respuesta válida y urgente ante tanta miseria, hambre y desorientación en que viven nuestros hermanos”.
En ese sentido, dijo que “es muy ilustrativo contemplar a Jesús, que ante la multitud hambrienta y desorientada no tiene discursos contestatarios y de rebeldía que inviten a la violencia, sino que ‘se puso a enseñarles muchas cosas’, que tenían como centro el anuncio del Reino”.
“Los evangelizadores tenemos mucho que aprender de Jesús ya que, en nuestro anuncio sobre evangelización y promoción humana podemos dar la impresión que nos interesan más las realidades terrenales y no los valores del Reino”, señaló.
“Cristo reúne y congrega a la multitud porque andaban como ovejas sin pastor, Cristo reúne y congrega a los discípulos en un lugar apartado y tranquilo. El anuncio del Evangelio, la presencia de Cristo en medio de los hombres va creando un pueblo unido (…). A este Cristo que reúne a las multitudes, a este Cristo que une a los que están cerca y a los que están lejos, es al que necesitamos abrirle las puertas de nuestros corazones y de nuestra sociedad”, afirmó el Arzobispo.
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