13 – Enseñanzas del Padre Celestial – 8/1/2010
Padre Amado siento tu presencia dentro y fuera de mi, dime Padre lo que hoy hemos de aprender.
Hija mía el cielo hoy se ha vestido de fiesta, pues se ha producido el primer nacimiento de tu vientre, el primero de varios pero uno de los más importantes, el de la UNICIDAD.
¿La Unicidad Padre? ¿La unión?
Si hija mía la unión pero no de un hombre y una mujer, no la unión de un ser a otro, sino la unión de un reino al otro. El antiguo reino ha dado lugar hoy al nuevo reino, como una vez la antigua alianza dio lugar a la nueva y eterna alianza, la que se produjo en mi Hijo bien amado Jesús, vuestro hermano, Señor y Maestro.
Hoy el antiguo reino con su tiempo anciano y cansado a dado lugar al nuevo con la vida del germen de Dios latiendo dentro, aún no nacidos del vientre de su madre, pero la unión entre ambos reinos, que son uno en realidad, pues uno es vuestro Dios, ha sido hecha hoy.
¿Padre si tu estabas hoy en mi? ¿Si todos los hermanos y aún nuestra Madre estaban allí?
Si hija mía.
Dime Padre ¿Quién es el que deseaba hacerme mal?
Aquél que piensa mal de ti, sencillamente hija, pues el mal no existe como mal, ya te lo he explicado, pero sí existe el rencor, la envidia, los malos deseos, que se potencian en un ser con fuerza, y he allí el resultado.
Pero el amor que os une ha dado por tierra con él, pero cuidado solo hoy, ¿comprendéis pues la importancia de permanecer unidos en el amor?
¿Comprendéis por qué siempre los hermanos y Yo mismo os he pedido afianzar día a día vuestra unión?
Mantened siempre presente en vuestros corazones en vuestros sentimientos, el amor profundo y noble, aquél contra el cual no se puede luchar, no sin saber de antemano que él, ha perdido ya la batalla, pues las cadenas del odio y del rencor, se derriten frente a los lazos del amor.
Vuestra energía la que hoy se ha unido a la de vuestros hijos, ha subido desde lo profundo del vientre de la Madre hasta los estratos superiores del universo, el cambio ya ha comenzado. Y dime hija mía, aún en el dolor, ¿el nacimiento es maravilloso verdad?
Padre Amado la experiencia de la energía divina subiendo por mi ser ha sido sublime, luego he sentido Padre, un profundo amor que me rodeaba, el amor de mi esposo unido a mi, siendo uno solo a mi lado.
Hija mía lo que hoy vosotros habéis experimentado, es el ritmo sagrado de la vida, vuestra energía hoy no solo ha estado envolviendo todo vuestro cuerpo, sino que liberasteis la energía más grande en el interior de tu cuerpo que llegó al interior de Mi, tu Dios.
No comprendo Padre.
La energía que hoy ha dado unión al antiguo reino y al nuevo, sale del vientre de la madre, aquella que fue fecundada por el germen de Dios, por tu esposo, se libera al mundo y regresa de nuevo a Dios.
¿Es como una rueda Padre? ¿Un círculo?
Si, pero no una rueda como la que hoy conoce el mundo, lo que vosotros conocéis como rueda de energía lo confunde con una rutina.
¿De donde sacaron que Yo vuestro Padre os hago vivir una continua rueda, donde cada vez se os castiga y se os hace pagar culpas?
Estoy cansado de esto, hoy aprenderán, hoy deben saber para quitar el velo sobre el misterio de la vida, no hay en la vida del hombre, y mucho menos más allá de la vida, nada indigno, ni pago de deudas, ni castigo, ni purificación, solo existe una sola vida en Dios. Un proceso hijos míos por el cual desde lo pequeño llegáis a la vida cósmica, unidos a vuestro Dios.
La vida del universo vive y late en vosotros, pues vosotros sois los que movéis la energía de Dios. Por lo tanto no hay que subir hacia ninguna parte, no existen peldaños que escalar. ¿Hacia donde creéis que vais?
Vuestra vida no es una escalera, hijos míos es una rueda, un infinito, donde no hay principio ni fin, sino UNIDAD.
Guerrero a ti que dudabas en amar con tu cuerpo a tu esposa, deseo que sepas algo. Yo estoy con vosotros en ese momento! Pues así evolucionan hacia Mí, no existe nada prohibido en vuestro amor, por lo tanto defiendan el amor y ámense, Yo estoy presente en ese instante.
Si Padre
Antes hijo mío amasteis, pero dime hijo mío este amor que se prodigan tu esposa y tu, ¿No es acaso diferente?
Si, lo es.
Simplemente están disfrutando de vuestro amor a un nivel superior, ya no sois los mismos, vuestras vidas han tomado ya nuevos rumbos, los Míos, que os que claro, vuestros pasos son los Míos, vuestro amor es el mío, vuestras vidas son mis vidas. Si comprenden hoy esto, comprenderán entonces todo respecto a la energía divina, os renováis en Mí. Os renováis por completo cuando hablaís, cuando reís, cuando os amáis, ese es el secreto y la gran diferencia de quienes viven su vida en Dios.
Cuando al fin comprendan que no hay separación en el mundo de Dios, entonces al fin, seréis libres y nada os atormentará, no existe nada malo ni nada bueno, existe solo la bondad y el temor, vuestro gran enemigo, pues aquél que hoy mostró su ira es un gran temedor. Teme haber encontrado a alguien que superó sus límites, teme haber encontrado a alguien que ha unido sus energías junto al amor y esas energías no las puede controlar es un gran temedor y se inclina ante el amor.
Recordad eso vosotros. Ahora Pedro mi roca, tengo una noticia para darte. Tu padre hoy ha estado junto a Mí, ha sido mi fortaleza en tu esposa en su lucha, jamás dejo de lado hijo mío a quien defiende el germen de Dios. Enorgullécete de él, y dale mi bendición.
Así es se lo daré Padre.
Dime hijo mío ¿deseas preguntarme algo tu? ¿Deseas algo para ti? Aquí estoy.
Todo está bien.
Jamás estaréis separado de Mí, pues Yo soy todo lo que es YO SOY Y VOSOTROS SOIS, no temáis la muerte, pues no existe, existe una vida en el plano superior, liberaros de esa carga, y liberad a muchos de ella para que puedan evolucionar hacia Mí. Haces una bella oración hijo mío, la mejor. Has encontrado la forma más elevada de oración, el control del pensamiento, es la que más me agrada hijo mío, aquella en la que tu espíritu se une a Mí y puedo hablarte y tocarte directamente al corazón, por lo tanto hijo mío, cuando ores, usa esa oración con tu Padre y podrás orar con el pensamiento aún en tu rutina diaria.
Piensa solo en cosas buenas, en las correctas, en la alegría de este amor, que os ha renovado la vida, y estarás orando junto a Mí. No ahondes nunca en los momentos de tristeza, ni en la soledad, sino hijo mío, ve solo la perfección, expresa únicamente gratitud, pues allí está la fórmula donde se encuentra la tranquilidad, en este proceso de orar en unión conmigo se encuentra la paz.
Ahora hijo mío escucha, el universo entero es tan solo una molécula de tu Dios y si vuestro Dios es eso, imaginaos lo que sois vosotros, que sois Dios mismo, nada podrá contra vosotros, en tanto os mantengáis unidos y sencillos, humildes y sinceros, servidores antes que señores, esclavos antes que amos, simples pescadores, simples jornaleros, nunca superiores, que este sea vuestro estandarte y no otro.
Así sea.
No encontraréis sobre vosotros, carga superior a vuestras fuerzas, ni encontraréis caminos que no podáis transitar, ni lugar donde no podáis enseñar, unos más sencillos, otros más duros, pero todos, hijo mío, todos camino del reino, un lugar para dar a conocer la buena noticia de vuestro Padre.
Toma la vida de mi hijo, léela con detenimiento, lee sus enseñanzas, medita sus palabras, estúdiala, hazla tuya, pues eres uno solo con Él. Que no haya nada que se te escape, hijo mío, para que puedas hablar con sabiduría, pues sus palabras son mis palabras.
Amén.
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