Palabras de Agur
01 Palabras de Agur, hijo de Iaqué, de Masá. Oráculo de este gran hombre: ¡Me he fatigado, Dios, me he fatigado, Dios, y estoy exhausto!
02 Sí, soy demasiado torpe para ser un hombre y no tengo la inteligencia de un ser humano;
03 nunca aprendí la sabiduría, ¡y qué puedo saber de la ciencia del Santo!
04 ¿Quién subió a los cielos y descendió? ¿Quién recogió el viento en sus puños? ¿Quién contuvo las aguas en su manto? ¿Quién estableció los confines de la tierra? ¿Cuál es su nombre y el nombre de su hijo, si es que lo sabes?
05 Toda palabra de Dios es acrisolada, Dios es un escudo para el que se refugia en él.
06 No añadas nada a sus palabras, no sea que te reprenda y seas tenido por mentiroso.
07 Hay dos cosas que yo te pido, no me la niegues antes que muera:
08 aleja de mí la falsedad y la mentira; no me des ni pobreza ni riqueza, dame la ración necesaria,
09 no sea que, al sentirme satisfecho, reniegue y diga: «¿Quién es el Señor?», o que, siendo pobre, me ponga a robar y atente contra el nombre de mi Dios.
10 No denigres a un servidor delante de su patrón, no sea que él te maldiga y cargues con la culpa.
11 Hay cierta clase de gente que maldice a su padre y no bendice a su madre,
12 gente que se considera pura y no se ha lavado de su inmundicia.
13 ¡Qué altaneros son los ojos de esa gente, cuánto desdén hay en sus miradas!
14 Sus dientes son espadas y sus mandíbulas, cuchillos, para devorar a los desvalidos de la tierra y a los más pobres entre los hombres.
15 La sanguijuela tiene dos hijas: «¡Dame!» y «¡Dame!». Hay tres cosas insaciables y cuatro que nunca dicen: «¡Basta!».
16 el Abismo y el vientre estéril, la tierra, que no se sacia de agua, y el fuego, que nunca dice: «¡Basta!».
17 Al ojo que se burla de su padre y desprecia la vejez de su madre, lo vaciarán los cuervos del torrente y lo devorarán los aguiluchos.
18 Hay tres cosas que me superan y cuatro que no comprendo:
19 el camino del águila en el cielo, el camino de la serpiente sobre la roca, el camino del hombre en una joven.
20 Esta es la conducta de la mujer adúltera: come, se limpia la boca y exclama: «¡No hice nada malo!».
21 Por tres cosas tiembla la tierra y hay cuatro que no puede soportar:
22 un esclavo que llega a rey, un tonto que se harta de pan,
23 una mujer odiada que encuentra marido y una esclava que hereda a su señora.
24 Hay cuatro seres, lo más pequeños de la tierra, que son sabios entre los sabios:
25 las hormigas, pueblo sin fuerza, que aseguran sus provisiones en verano;
26 los damanes, pueblo sin poder, que instalan sus casa en la roca;
27 las langostas, que no tienen rey, pero avanzan todas en escuadrones;
28 la lagartija, que puedes agarrar con la mano, pero habita en los palacios de los reyes.
29 Hay tres cosas de paso majestuoso y cuatro que caminan con elegancia:
30 el león, el más fuerte entre los animales, que no retrocede ante nada;
31 el gallo vigoroso, o el chivo, y el rey al frente de su regimiento.
32 Si fuiste tan tonto que te exaltaste a ti mismo y luego reflexionaste, tápate bien la boca,
33 porque apretando la leche se saca manteca, apretando la nariz se saca sangre y apretando la ira se saca una disputa.
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