PSC, Esquerra y las CUP organizan una turba para acosar al párroco de la Inmaculada en L’Hospitalet. Piden la expulsión del presbítero por defender el derecho a la vida y la libertad religiosa desde el ambón y en las calles.
Nicolás de Cárdenas -
24/03/2017
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El padre Custodio Ballester, párroco de la Inmaculada Concepción de L'Hospitalet.
Cataluña fue, sin duda alguna, una de las regiones de España más castigadas por el odio contra la fe en los años 30 del siglo XX: cuatro obispos fueron asesinados, junto a 1.405 sacerdotes incardinados en las siete diócesis catalanas, sin contar religiosos, monjas y laicos.
Como si se tratase de un destello en la memoria trágica de la persecución religiosa, este viernes Esquerra Republicana de Cataluña, las Candidaturas de Unidad Popular y el Partido Socialista de Cataluña han unido sus fuerzas en una suerte de nuevo Frente Popular para pedir la expulsión del padre Custodio Ballester de la parroquia de la Inmaculada Concepción en L’Hospitalet.
Para el conglomerado de fuerzas políticas de izquierda este presbítero reúne todos los ‘pecados laicos’, pues no tiene empacho en, además de aglutinar y dinamizar una creciente concurrencia parroquial y ejercer sus derechos civiles cruzando la frontera del atrio de su iglesia.
La alcaldesa de L’Hospitalet, Nuria Marín, lleva años tratando de que las más altas autoridades eclesiásticas diocesanas le corten las alas
La causa general contra este cura párroco de tamaño imponente (no en vano perteneció a cuerpos de élite del Ejército Español) viene de lejos y ha llegado muy arriba.
La propia alcaldesa de la segunda población más importante de Cataluña, la socialista Nuria Marín, lleva años tratando de que las más altas autoridades eclesiásticas diocesanas le corten las alas.
El Cristo de la Buena Muerte y el derecho a la vida
Sin duda, una de las faltas por las que este nuevo ‘Frente Popular’ desea ajusticiar –al menos civil y religiosamente- al padre Custodio ha sido su cercanía con la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Barcelona, a la que invitó a salir en procesión en 2014 con el Cristo de la Buena Muerte, como se hace en otras ciudades de España.
Para poder realizar la procesión solicitó -y se le concedieron- todos los permisos administrativos. La presencia de los legionarios en las calles de L’Hospitalet provocó tales sentimientos en el equipo de gobierno, que decidieron no permitir las procesiones al año siguiente.
Fue entonces cuando la plataforma MasLibres.org en defensa de la libertad religiosa colaboró con el párroco, convocando una manifestación en defensa del ejercicio de este derecho fundamental.
En 2016 volvió a salir en procesión en compañía de los legionarios, esta vez el Jueves Santo. Y
se convirtió en una masiva manifestación de fervor religioso y, por qué no decirlo, patriótico, que desde la izquierda secesionista catalana no se pudo pasar por alto.
Manifestación en Hospitalet que acogió la procesión de los legionarios / somatemps.me
Ese mismo año, aparecieron pintadas en las paredes de la parroquia, señalando al presbítero como
“cura nazi”. El sacerdote ya advirtió entonces de que “
la alcaldesa hace conmigo lo mismo que Franco con los curas rojos”.Otra de las actividades del sacerdote que se pretenden censurar son sus frecuentes apariciones en aquellos actos relacionados con la defensa de la vida, organizados por entidades civiles en Barcelona y su entorno.
Desde hace años, el padre Custodio es un habitual en Barcelona de la manifestación que se convoca el día 25 de cada mes en defensa del derecho a la vida y para reclamar el fin del aborto.
Este viernes, hay dos convocatorias. Una, la del ‘Frente Popular’ catalanista bajo el lema “Fascismo, ni en el altar ni en ningún otro sitio”, ante el arzobispado de Barcelona.
Otra, promovida por diferentes organizaciones ciudadanas, de apoyo al padre Custodio. Será, cómo no, en su parroquia de L’Hospitalet a las 17 horas.
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