Viviane Lambert (70) es la madre de Vincent Lambert, un hombre de 38 años que se encuentra en estado de tetraplejía indefinida a quien, denuncia, el gobierno de Francia y los médicos que lo atienden quieren quitarle la hidratación y alimentación para
convertirlo en un caso emblemático que sirva para promover la eutanasia en el país europeo.
Tras la resolución del Tribunal de Derechos Humanos del pasado 5 de junio, autorizando que se deje de alimentar a Vincent, sus padres presentaron un recurso por un error formal en la sentencia, que previsiblemente será denegado ya que
el Tribunal lo considera ¨un fallo de redacción¨.
En entrevista exclusiva concedida a ACI Prensa vía telefónica desde Reims, donde ella y su esposo han alquilado un departamento cerca del hospital donde está internado su hijo, Viviane señaló que el gobierno y los médicos de su hijo quieren desconectarlo “porque ellos quieren que en Francia se apruebe la ley de la eutanasia. Ellos se sirven de la situación de Vincent, lo utilizan como un caso emblemático para que se legalice la eutanasia. La ley aún no ha sido discutida pero quieren hacerla pasar. Se aferran a mi hijo para hacer un escándalo”.
En defensa de la vida
Hace unos días la familia difundió un video en el que se ve a Vincent moviéndose y reaccionando a estímulos “para mostrarle a la sociedad que piensa que está a punto de morir y que no está vivo ni consciente, que esas ideas son falsas. Vincent está vivo, pese al accidente que tuvo, y está haciendo pequeños progresos en su mejoría como comer papilla para bebé”.
Sin embargo, alerta, “los médicos lo quieren eliminar porque dicen que ya no tiene esperanza de vida. Eso es eutanasia”.
“Hubo reacciones positivas. A la gente le ha sorprendido que Vincent se mueva y esté conciente. El video ha causado mucha conmoción porque la gente pensaba que estaba postrado medio muerto. No es verdad”.
“Vincent – prosigue Lambert– no está en coma, la familia se ha ocupado de él, pero un grupo quiere eliminarlo, quitarle la alimentación, quieren quitarle las vías que lo alimentan y lo mantienen hidratado, por ello nosotros fuimos a reclamar para que se haga justicia y no lo maten”.
Los médicos, prosigue el dramático testimonio de Viviane, “dicen que su vida no tiene sentido. Ellos quieren que muera, siempre nos dicen que ya no tiene sentido mantenerlo vivo. Ellos no tienen derecho de decir eso. Nosotros apoyamos a Vincent y pedimos el apoyo de la gente para que lo dejen vivir. Los médicos todavía no han ganado”.
Vincent Lambert sufrió un accidente de tránsito en el año 2008 que le ocasionó un severo daño cerebral y lo mantiene en un estado de tetraplejia indefinida. Aunque los médicos del Hospital de Reims (Francia), informaron que mueve sus ojos y siente el dolor, en el año 2013 dijeron que ya no podían hacer nada y preguntaron si podían desconectarlo.
El pasado 5 de junio la Corte Europea de Derechos Humanos con sede en Estrasburgo se pronunció a favor de la eutanasia de Lambert.
Sus padres, Pierre(86) y Viviane Lambert –católicos practicantes–, y dos de los ocho hermanos se oponen a que se le aplique una “eutanasia encubierta”; mientras que la esposa Rachel Lambert – que se ha ido a Bélgica con su la hija de ambos– y sus otros seis hermanos quieren que se le retire la sonda aduciendo que Vincent “no quiere vivir de esa manera”.
Viviane es enfática en este aspecto y responde: “no. Él nunca dijo nada. Ella se contradice”.
Francia, indiferente a su causa
Sobre las autoridades de Francia, esta madre dijo a ACI Prensa que “mi opinión sobre el Estado es muy negativa, especialmente sobre el poder de la izquierda. Yo he pedido al presidente de la República (Francois Hollande) que me reciba pero él no lo hizo. Hice mi libro, envié una docena de cartas pero nadie me ha contestado”.
“Es contradictorio. Ellos no luchan por la verdad. Solo se preocupan por mantener una buena imagen”, denunció.
Sobre las mujeres de la izquierda francesa, Lambert afirma que ellas “han luchado para legalizar el aborto en Francia. Quieren dejar morir a las personas inocentes y quienes son inútiles para la sociedad. Francia es así. La izquierda le ha hecho mucho daño. La Iglesia ha resultado dañada también”.
La madre de Vincent comenta luego que su familia era un grupo unido: “los médicos la dividieron. Especialmente el Dr. Eric Kariger que era amigo de nuestra familia. Aunque es católico opinó que Vincent debía dejar de sufrir y que era mejor desconectarlo”.
Una lucha diaria
La lucha por salvar la vida de su hijo es “de todos los días”, señala Lambert, especialmente porque tiene dos doctoras que están a favor de desconectar la sonda que lo hidrata y alimenta. “Es muy duro porque en el hospital, al que yo y mi marido vamos todos los días, la gente nos mira con rechazo todo el tiempo, están vigilándonos”.
Antes del accidente, Vincent Lambert “era un hombre alegre, lleno de gozo por la vida. Hacia deportes, era juguetón. Era un buen chico, trabajador. Se casó joven. Era cristiano. No era muy devoto pero sí creía en Dios, se bautizó. Iba a misa los domingos. Pero era un chico profundo. Le gustaba ver la película ‘La Pasión de Cristo’. La miraba muy seguido y siempre llorando”.
“Una vez cuando él estaba en el hospital le puse la película y en su rostro se notaba que estaba conmovido. Tenía lágrimas en los ojos. Pienso que reconocía la música y los sonidos”, recuerda Viviane en la entrevista con ACI Prensa.
Su madre, la primera
La madre señala luego que Vincent “reconoce mi voz porque cuando yo entro al cuarto y le hablo, él voltea la cabeza hacia mí. Solamente lo hace conmigo. Me siento muy contenta. Nuestra forma de comunicación es por la mirada. Nosotros le hablamos y también lo miramos. Las miradas de Vincent son muy profundas que dan a entender cómo se siente. Está muy atento, me escucha, sé que él comprende en el silencio”.
Tras señalar que pronto difundirán un nuevo video, esta abnegada madre comenta que “mi hijo es carne de mi carne, el amor de mi amor. Por eso no lo puedo abandonar.
Si lo abandonara no podría ni mirarme al espejo. Mi hijo es mi hijo. Voy a luchar por él. No sería una actitud normal de una madre que yo abandonara a mi hijo”.
“El hospital –precisa– no tiene más derecho que nosotros sobre la vida de mi hijo. Pienso que decidirán a fin de mes que harán”.
Luego de contar que muchos han cambiado favorablemente su opinión sobre Vincent, Viviane lamenta que “los médicos del hospital no piensan. No quieren ver”.
Esta mujer denuncia asimismo que “los medios tienen miedo de apoyarnos. En Francia los medios son muy perversos, están repletos de noticias no buenas. Están muy influenciados y pegados a la izquierda”.
Con su caso, dice a ACI Prensa, “y con los medios de comunicación en contra de nosotros nos manifestamos y rompimos el silencio. Ahora mucha gente que está en la misma situación también ha alzado su voz. Muchos jóvenes nos apoyan. Las familias que tienen hijos como Vincent están muy inquietos. Hay muchos testimonios”.
Tras confesar que le duele ver su familia dividida, esta madre de familia resalta la importancia de la oración: “rezo todos los días, junto con mi marido que es muy creyente. Yo creo que mis oraciones han llegado a Dios, él es quien tiene la última palabra”.
Para concluir, Viviane Lambert se dirige a los jóvenes y les dice que “quiero que comprendan nuestro combate y que continúen trabajando por la vida y que luchen por ella. Contra el aborto y la eutanasia. La vida es sagrada y hay que protegerla porque es un don de Dios. Es Dios que la da y la quita”.
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