Tras asaltar un autobús, los terroristas se enfrentaron a los pasajeros musulmanes que se negaban a separarse de los cristianos: “Nos tendréis que matar a todos”.
Los pasajeros musulmanes de un autobús que fue atacado el lunes por presuntos miembros del grupo armado yihadista Al Shabab en Mandera, en el noreste de Kenia, evitaron una masacre al negarse a separarse del resto de pasajeros, informaron hoy medios locales.
El ataque acabó con la vida de dos personas y otras tres resultaron heridas, aunque el balance podría haber sido mucho peor de no ser por la valentía de los pasajeros musulmanes, que con su negativa ganaron el tiempo suficiente para que llegaran otros vehículos a la zona y los terroristas huyeran.
En noviembre de 2014, milicianos del grupo terroristas somalí atacaron un autobús que iba de Mandera a Nairobi y mataron a 28 personas después de hacer bajar del vehículo a los cristianos y perdonar la vida a los musulmanes.
“Se negaron a separase de los no musulmanes y dijeron a los atacantes que mataran a todos los pasajeros o se marcharan. Algunos locales resultaron heridos intentando proteger a los no musulmanes”, explicó al periódico Nation el gobernador de Mandera, Ali Roba.
Uno de los supervivientes, que tuvo que ser ingresado en el hospital, explicó que los terroristas decidieron huir cuando escucharon el motor de un camión, al que confundieron con un vehículo de las fuerzas de seguridad.
“Nos obligaron a parar disparando contra el autobús y una de las balas me alcanzó en las nalgas. Nos hicieron bajar y uno de los pasajeros intentó huir y le mataron”, relató Abdirashid Adan.
En los últimos días la Policía keniana ha comenzado a distribuir las fotos de una docena de presuntos terroristas que podrían haber entrado en el país y estarían planeando ataques.
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