Papa Francisco hoy en el rezo del Ángelus. Foto: Alexey Gotovskiy / ACI Prensa.
VATICANO, 26 Dic. 15 / 08:44 am (
ACI/EWTN Noticias).- Al recordar hoy la Fiesta de San Esteban, el primer mártir cristiano, el Papa Francisco alentó a los fieles a entrenarse cotidianamente en el perdón, para así vencer el mal con el bien y el odio con el amor.
“¿Para qué sirve perdonar? ¿Es sólo una buena acción o da resultados? Encontramos una respuesta precisamente en el martirio de Esteban.
Entre aquellos por los cuales él imploró el perdón había un joven llamado Saulo; éste perseguía a la
Iglesia y trataba de destruirla”, recordó el Santo Padre en su discurso previo al rezo del Ángelus.
Francisco indicó que poco tiempo después “Saulo llegó a ser Pablo, el gran Santo, el Apóstol de las gentes. Había recibido el perdón de Esteban. Podemos decir que Pablo nace de la gracia de Dios y del perdón de Esteban”.
“También
nosotros nacemos del perdón de Dios. No solo en el Bautismo, sino cada vez que somos perdonados nuestro corazón renace, es regenerado. Cada paso hacia adelante en la
vida de la fe lleva impreso al inicio el signo de la misericordia divina”, señaló.
El Papa subrayó que “solo cuando somos amados podemos amar a nuestra vez”, por lo que “si queremos avanzar en la fe, ante todo es necesario recibir el perdón de Dios; encontrar al Padre, que está dispuesto a perdonar todo y siempre, y que precisamente perdonando cura el corazón y reaviva el amor”.
“Jamás debemos cansarnos de pedir el perdón divino, porque solo cuando somos perdonados, cuando nos sentimos perdonados, aprendemos a perdonar”, explicó.
Sin embargo, advirtió, “perdonar no es una cosa fácil, es siempre muy difícil”. “¿Cómo podemos imitar a Jesús? ¿Por dónde comenzar para disculpar pequeñas o grandes ofensas que sufrimos cada día? Ante todo por la oración, como hizo Esteban”, dijo.
El Papa señaló luego que para perdonar “se comienza por el propio corazón: podemos afrontar con la oración el resentimiento que experimentamos, encomendando a quien nos ha hecho el mal a la misericordia de Dios: ‘Señor, te pido por él, te pido por ella’”.
“Después se descubre que esta lucha interior para perdonar purifica del mal y que la oración y el amor nos liberan de las cadenas interiores del rencor. ¡Es tan feo vivir en el rencor!”.
El Santo Padre indicó que “cada día tenemos la ocasión para entrenarnos a perdonar, para vivir esto gesto tan alto que acerca al hombre a Dios”.
“Como nuestro Padre celestial, nos convertimos, también nosotros en misericordiosos, porque a través del perdón vencemos el mal con el bien, transformamos el odio en amor y así hacemos que el mundo sea más limpio”, añadió.
Al finalizar su mensaje, Francisco encomendó a la Virgen María a los que “como San Esteban padecen persecuciones en nombre de la fe, nuestros mártires de hoy, oriente nuestra oración para recibir y donar el perdón. Recibir y donar el perdón”.
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