LIMA, 14 Dic. 15 / 11:48 am (
ACI).- El sábado 12 de diciembre, Fiesta de la
Virgen de Guadalupe, el
Cardenal Juan Luis Cipriani ordenó seis nuevos sacerdotes y tres nuevos diáconos para la Arquidiócesis de Lima (Perú) y describió siete claves para ser un buen presbítero al servicio de los fieles en este Año de la Misericordia.
1.- Sacerdotes santos
“Cristo necesita sacerdotes y diáconos santos y lo serán en la medida que sean testigos auténticos. Que haya coherencia entre lo que piensan, hablan y hagan”, dijo el Primado del Perú en su homilía.
2.- Oración y humildad
Luego exhortó a los nuevos sacerdotes y diáconos a rezar siempre y ser humildes: “ese signo visible cuando estarán postrados en la ordenación es una señal de humildad que la deben recodar a lo largo de toda la
vida. Conviene que cada uno de nosotros muera a sí mismo, con ayuda y gracia para que resplandezca Cristo”, señaló.
“Permanezcamos siempre unidos a Cristo en la oración con un amor sincero y solícito por los pobres y por los enfermos. Tengan una vida de pobreza concreta y tangible. Son ustedes ordenados en estos tiempos”, prosiguió.
3.- Castidad
“Le pedimos a nuestra madre: ‘Madre María cuida mi corazón y mi castidad’. Que el Señor los ayúdame a guardar el celibato por el Reino de los Cielos para el servicio de Dios y de los hombres; que podamos decir al mundo material que busca el placer que el amor más supremo, intenso y puro se da en ese celibato en el Reino de los Cielos”.
El celibato, explicó el Cardenal Cipriani, es algo “que alumbra, que entusiasma, que no es un ser soltero, es un amor esponsal, intenso, total, absoluto, apasionado y tierno. Demos una cruzada auténtica de limpieza en el corazón y en el cuerpo”.
4.- Obediencia al obispo
“Ustedes deben respeto y obediencia al obispo y a los sucesores. Esto no solamente como aspecto jurídico sino afectivo. Deben amar al Padre y al Pastor sea quien sea. Esa unidad y esa lealtad se manifiestan en la obediencia”.
“Hago hincapié porque en estos tiempos de enorme desobediencia y de enorme desorden en la
familia, en las calles e instituciones, la
iglesia debe ser ese faro que alumbra porque mantiene ese don que Dios le ha dado: la obediencia”, dijo luego.
“La desobediencia muchas veces se manifiesta en la crítica al obispo y hace mucho daño. Hagamos ese propósito hoy. Obediencia y amor en la unidad. No solo teologal, también afectiva. Por eso ‘Consumados en la unidad’ es el lema de mi escudo episcopal, esa oración de Jesús momentos antes de la pasión”, reflexionó.
5.- Confesores como el Cura de Ars
“Qué importante la vida de los sacerdotes en el servicio que prestan en el confesionario. Los encomiendo a
San Juan María Vianney (el Cura de Ars) para que lo imiten en el heroico servicio en el confesionario. En este año, el Papa les pide a ustedes que sean dispensadores del perdón en el sacramento de la Confesión”, afirmó el Cardenal.
6.- La importancia del seminario
El Purpurado peruano recordó luego la importancia de los lugares de formación en la vida de los pastores: “el Seminario es para un obispo la pupila de sus ojos. Si la pupila no está bien, uno está ciego. Por eso la alegría del obispo es grande cuando el Señor da vocaciones a su Iglesia. No olvidemos nunca la iniciativa es de Dios. Es Él quien los ha llamado”.
7.- La semilla vocacional y la familia
Finalmente, saludó a los papás de los nuevos sacerdotes y diáconos y les agradeció por haber sembrado la semilla vocacional en sus hijos.
“Saludo a los papás y familiares. Son ustedes los que sembraron con educación y cariño esa semilla tal vez sin darse cuanta; pero Dios ha querido en sus hogares ese tesoro de escoger a sus ministros. No dejen de acompañarlos. Ustedes especialmente”, exhortó.
“El que está enamorado de Cristo atrae jóvenes y chicas a la vocación sacerdotal y religiosa, cultiva ese amor conyugal de los matrimonios que conoce. Cuando hay amor, el Señor se mueve”, continuó.
8.- Guadalupe y el Año de la Misericordia
El Cardenal recordó que los nuevos sacerdotes y diáconos han sido ordenados en la fiesta de la Virgen de Guadalupe y dentro del Año Jubilar de la Misericordia.
“Ustedes son la promoción de sacerdotes y diáconos guadalupanos. Y también son la promoción del año del Jubileo de la Misericordia. Que el Señor les conceda esa ternura de la misericordia. Dar y recibir el perdón”, señaló.
Los nuevos sacerdotes y diáconos
Los nuevos sacerdotes son Rodolfo Silva Pacherre, Julio Quirquihuaña Matamoros, Víctor Lucero López, Roger Arista Hidalgo,
Omar Bellido Mayhua y Hermes Cama Linares. Los nuevos diáconos: Gustavo Zamudio, Luis Fernando Gonzales y Alfredo Luján.
Todos se han formado en el seminario de Santo Toribio de Mogrovejo y han cursado estudio en la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima.
El Papa Francisco inauguró el Jubileo o Año Santo de la Misericordia el 8 de diciembre de 2015 en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María al abrir, acompañado de
Benedicto XVI, la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro.
Este Jubileo concluirá el 20 de noviembre de 2016, en la Solemnidad de
Cristo Rey.
Durante este año los fieles podrán obtener la indulgencia plenaria haciendo una peregrinación hacia la Puerta Santa que cada obispo haya designado en su respectiva diócesis además de cumplir los requisitos generales (
ver aquí).
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