Daniel otra vez en el foso de los leones.
32 Habla allí siete leones, y allí estuvo Daniel siete días. Daban a
los leones cada día dos esclavos y dos
ovejas. Pero durante aquellos días no les dieron nada, para que devorasen
a Daniel.
33 Vivía entonces en Judea el profeta Habacuc, el cual, cocida la comida y mojado el pan en
la cazuela, se iba al campo para
llevarlo a los segadores.
34 Pero el ángel del Señor dijo a Habacuc:
Lleva la comida que tienes preparada
a' Daniel, que está en Babilonia en
el foso de los Icones.
35 Y contestó Habacuc: Señor, nunca he visto a Babilonia y no sé qué es el foso de
los leones.
36 Y tomándole el ángel
del Señor por la coronilla, por los cabellos de su cabeza, le llevó a
Babilonia, encima del foso, con la velocidad del espíritu.
37 Y gritó
Habacuc, diciendo: (Daniel, Daniell,
toma la comida que Dios te envía.
38 Y contestó Daniel: |En verdad,
¡oh Dios!, te has acordado de mí, pues no abandonas a los que te aman.
39 Y levantándose, comió, y al instante el ángel de Dios restituyó a Habacuc a su lugar.
El rey da gloría a Dios.
40 Al día siguiente vino el rey a
llorar a Daniel, y llegando al foso, miró y vió a Daniel sentado.
41 Entonces,
levantando la voz, dijo: ¡Grande eres, Señor, Dios de Daniel, y no hay otro fuera de ti! 42 Y le sacó del foso y arrojó en él a los causantes de su condena, que al instante, en su
presencia, fueron devorados.
43 Entonces
el rey dijo: Teman todos los moradores de la tierra al Dios de
Daniel, porque es el verdadero salva- dor, que hace milagros y maravillas en la tierra; y libró a Daniel del foso de los leones. (Vulgata.)
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