La creación del universo
1
1 Al principio creó Dios los cielos 1 y la tierra (1)
2 La tierra estaba confusa y vacía, y las tinieblas cubrían la haz del abismo, pero el espíritu de Dios estaba incubando (2) sobre la superficie de las aguas.
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(1) La creación es el dogma fundamental
de la religión, opuesto a todas las falsas religiones y a todas las falsas filosofías.
(2) La palabra hebrea significa propia- mente el aletear del ave sobre los huevos, al incubar. Con esta imagen se expresa la acción
del espíritu de Dios sobre el caos.
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3 Dijo Dios: «Sea la luz»; y hubo
luz.
4 Y vió Dios ser buena la luz, y
la separó de las tinieblas;
5 y a la luz llamó día, y a las tinieblas noche,
y hubo tarde y mañana, día primero.
6 Dijo luego Dios: «Haya firma- mento en medio de las aguas, que
separe unas de otras.»
7 E hizo Dios
el firmamento, separando aguas ,de aguas, las que estaban debajo del firmamento, de las que estaban sobre
el firmamento. Y así fué.
8 Llamó
Dios al firmamento cielo, y hubo
tarde y mañana, segundo día.
9 Dijo luego: «Júntense en un lugarlas aguas de debajo de los cielos, y
aparezca lo seco. » Así se hizo;
10 y a
lo seco llamó Dios tierra, y a la reunión
de las aguas mares. Y vió Dios ser bueno.
11 Dijo luego: «Produzca la tierra brotes de hierba verde con semilla, y
árboles frutales cada uno con su fruto, según su especie y con su simiente, sobre la tierra.»
12 Y produjo la tierra brotes de hierba verde, cada uno con
sü semilla, y árboles de fruto con su
semilla cada uno. Vió Dios ser bueno;
13 y hubo tarde y mañana, día tercero.
14 Dijo luego Dios: «Haya en el firmamento de los cielos lumbreras
para separar el día de la noche, y
servir de señales a estaciones, días y
años;
15 y luzcan en el firmamento
de los cielos, para alumbrar la tierra.
» Y así fué.
16 Hizo Dios los dos
grandes luminares, el mayor para presidir
al día, y el menor para presidir a la noche, y las estrellas;
17 y los puso en el firmamento de los cielos para alumbrar la tierra
18 y presidir
al día y a la noche, y separar la luz de las tinieblas. Y vió Dios ser bueno,
19 y hubo tarde y mañana, día cuarto.
20 Dijo luego Dios: «Llénense las aguas de animales, y vuelen sobre la tierra aves debajo del firmamento de
los cielos.»
21 E hizo Dios los grandes monstruos del agua y todos los ani- males que bullen en ella, según su
especie, y todas las aves aladas, según
su especie. Y vió Dios ser bueno,
22 y los bendijo, diciendo: «Creced y
multiplicaos y henchid las aguas del mar, y multipliqúense sobre la tierra
las aves.»
23 Y hubo tarde y mañana,
día quinto.
24 Dijo luego Dios: «Brote la tierra seres animados según su especie, bestias,
reptiles y vivientes de toda es- pecie.» Y así fué.
25 Hizo Dios todos
los vivientes de la tierra según su
especie, las bestias, según su especie, y todos los reptiles de la tierra, según
su especie. Y vió Dios ser bueno.
26 Díjose entonces Dios: «Hagamos
al hombre a nuestra imagen y a nuestra
semejanza, para que domine sobre
los peces del mar, sobre las aves del
cielo, sobre las bestias, y sobre toda
la tierra y cuantos animales se mueven
sobre ella.»
27 E hizo Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo hizo, y los hizo macho y
hembra;
28 y los bendijo Dios, diciéndoles:
«Creced y multiplicaos, y henchid
la tierra; sometedla y dominad
sobre los peces del mar, sobre las aves
del cielo, y sobre todo cuanto vive y se mueve sobre la tierra.» 29 Dijo
también Dios: «Ahí os doy cuantas
hierbas de semilla hay .sobre la haz
de la tierra toda, y cuantos árboles producen fruto de simiente, para cjue todos os sirvan de alimento.
30 También
a todos los animales de la tierra, y a todas las aves del cielo, y a todos
ios vivientes que sobre la tierra están y se mueven, les doy para comida
cuanto de verde hierba la tierra produce.»
Y así fué.
31 Y vió Dios ser bueno cuanto había
hecho, y hubo tarde y mañana, día
sexto.
2 1 Así fueron acabados los cielos y la tierra y todo su cortejo. 2 Y
rematada toda la obra que había he- cho, descansó Dios el séptimo día de cuanto hiciera;
3 y bendijo al día séptimo y lo santificó, porque en él descansó
Dios de cuanto había hecho y obrado.
4 Este es el origen de los cielos y
la tierra cuando fueron creados (1).
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(1) En este primer relato ha de distinguirse entre el fondo y la forma literaria. El fondo contiene las principales verdades de la religión;
la creación del universo, en el tiempo, por la omnipotencia y la sabiduría de Dios; la formación
de los astros para servicio del hombre, no
para ser por él adorados; el origen divino de
toda fecundidad, también por error divinizada en las religiones paganas; la formación del hombre, a imagen y semejanza de Dios. Esta semejanza, según la Escritura y los Padres,
está en el dominio y señorío vicario del hombre
sobre toda la creación, y radicalmente se funda
en la naturaleza racional del hombre. La forma
literaria es una especie de parábola, en que la obra de Dios, a tenor del precepto sabático,
se presenta cual modelo de la obra del hombre. La obra de Dios se divide, no según la naturaleza
de las cosas, sino según éstas aparecen a
los sentidos y conforme al lenguaje de la época.
(I. G. n. 13 y 15 )
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