29-05-2013
(No quisiera inventarme, Amada mía, palabras que no son del Cielo. Que no son Tuyas. No te encuentro y creo que soy poco más o menos que anatema. No soy capaz de encontrarte, ni de lograr la paz. La busco, pero no la encuentro)
Virgen: ¡Querida!, ¡querida! La Redención del mundo está sin hacer.79 La Redención del mundo está por hacer, hija80. ¡Sigue hacia adelante! ¡Lucha! ¡Lucha! No os vais a ir de este mundo sin lucha. Y en algunos es muy cruenta. ¡Lucha! No te rindas. ¡No te rindas!
31-05-2013
Virgen: ¡Cuánto te necesitamos! Y te necesitamos fuerte. Esta es la razón de tus pruebas. La que más te cuesta es ésta, de tu aparente falta de fe, cuando te ves fría ante todos los Misterios de Dios, que sabes ingentes, y te ves hasta incapaz de hablar de ellos, porque no los (puedes sacar) encuentras en tu corazón. Es éste, son éstas las épocas que más le gustan a Jesús, de sus discípulos. Porque cuando caminan mecidos en sus brazos, es normal su perseverancia en la fe. Lo que cuesta es perseverar en la negrura y desolación. Ahí sí, ahí sí es hacerlo por puro Amor.
Eso, superar eso, es lo que os hace avanzar peldaños en vuestro (el) futuro Cielo. “Tienes que madurar”. Perdona estos suplicios tan bruscos en los que te metemos, pero son necesarios. Los necesitas para madurar en la fe y en el amor. Has creído que ya no te íbamos a dar el Libro. Sí lo haremos, sí, hija. Pero antes de la revelación, tenemos que preparar y purgar tu alma, que se encuentra todavía llena de apegos.
(Le preguntaba, en la mente y rápido, mi retahíla de dudas)
¡Si te lo estoy diciendo! A todas tus dudas ya te he respondido. No obtendrás más respuesta hasta que aprendas a confiar. ¿Por qué revelarte a ti todo? Dios no hace cosas que no tendrían sentido. Tampoco queremos diferenciarte a ti tanto del resto, de los demás. Por recibir Mensajes no te vamos a solucionar ni a hacerte tu propia vida. Tu vida te la tienes que hacer tú, y caminar muchas veces en la incertidumbre y en la inseguridad. Es la vida humana, hija, es así. Piensa que ni Yo misma lo sé todo, a pesar de ser la Madre de Dios, y de que Dios me elevase a tan alta dignidad, a Mí, la indigna, la esclava…81 (Se agacha y besa el suelo) Ni lo sé, ¡ni lo quiero saber!
Debíais corregiros de esa curiosidad y de ese afán de saber. ¿Para qué? Muchas veces os quitaría toda la paz. No os aprovecha nada conocer el futuro ni conocer toda la realidad como exactamente es. Hay muchas cosas que no las podríais soportar: no las entenderíais, sería una tentación para vosotros. Por eso el Señor, Jesús, os libra. Te veo a ti caminando en tu vida y preguntando a cada instante: “¿Y cómo es esto? ¿Cómo es verdaderamente esto?” ¿Quieres conocer y escudriñar los secretos del corazón humano…? ¡No, hija…! No lo quieras. No te aprovecharía nada ni a ti, ni a ellos. Confía en la Bondad y Misericordia de Dios, que lo ha dispuesto así. ¡Por algo será! Concédele la adhesión de tu voluntad y de tu fe. Él es Dios, Él sabe por qué. ¡Yo no preguntaba tanto! No preguntes y sigue. Y camina. Esa es la fe. Como Abraham. Como Moisés. ¡No preguntaron tanto! Sólo se pusieron en camino. Vete en paz.
19-06-2013
Virgen: Querida: aprende a mirar con los ojos de mi Corazón.
79 Cfr. Col 1,24.
80 Lo repitió más despacio.
81 Cfr. 1,38.48.
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