2-de-noviembre-de-2016“Queridos hijos, para mi Corazón materno, es una gran alegría venir y manifestarme a ustedes. Esto es un regalo de mi Hijo para ustedes y para los que vendrán. Como Madre los invito: amen a mi Hijo por encima de todo. Para que puedan amarlo con todo el corazón deben conocerlo; y lo conocerán por medio de la oración. Oren con el corazón y con sentimiento. Orar significa pensar en Su amor y en Su sacrificio. Orar significa amar, dar, sufrir y ofrecer. Hijos míos, los invito a ser apóstoles del amor y de la oración. Hijos míos, este es un tiempo de vigilia. En esta vigilia los invito al amor, a la oración y a la confianza. Mi Corazón materno desea que, cuando mi Hijo mire en sus corazones, vea en ellos confianza y amor incondicionales. El amor unido de mis apóstoles vivirá, vencerá y desenmascarará el mal. Hijos míos, yo fui el cáliz del Hombre-Dios, fui instrumento de Dios, y por eso, apóstoles míos, los invito a que sean cáliz del amor puro y sincero de mi Hijo. Los invito a ser un instrumento para que, quienes no han conocido el amor de Dios y nunca han amado, comprendan, acepten y se salven. ¡Les doy las gracias!”