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11-07-09
(Retiro. Adoración al Santísimo)
Jesús: Aquí, desde la Custodia, se derraman Ríos de Amor, Ríos de Gracia. Es exactamente como tú sientes. (Lo que sentía era la Gracia y el Amor de Dios saliendo en expansión desde la Custodia, como rayos blancos o plateados de calor. Y luego que lo que había era el Corazón de Jesús, nosotros, al comulgar, nos lo comíamos vivo) Nadie, al salir de este Retiro, debería quedar impávido y mudo, como aletargado. ¡Entonces es que no me han escuchado! ¡Entonces es que no tienen fe, ni fe en Mí, en que estoy verdaderamente aquí! Si al terminar un rato intenso de Adoración, la gente no sale saltando, plena de Amor y agradecimiento, ilusionada, pletórica, que se le han pasado todos sus males, olvidada de sus preocupaciones, fiada y confiada en Mí, alegre hasta estar radiante porque sabe que la amo. ¡Que Dios la ama! Oh… hija… Si no salen así, sábete, hija, que no han estado aquí. Han estado en otros sitios, aunque los habéis visto aquí. Su corazón y su mente han volado a otros sitios, otros lugares y han desaprovechado este rato que Yo les daba de Cielo. ¡Les doy el Cielo! ¡Les doy un rato de Cielo! ¿Tú lo entiendes?
Si tú lo entiendes, quiero que, al salir, les des muestra de lo que han de ser. No quiero tristezas ni desasosiegos en ti. Tenerlos sería como no confiar en Mí. Mi Corazón no se puede contener más en el gozo de entregársete a ti. Sí, Yo tengo derecho sobre ti y más que todos los hombres y más que si tuvieras mil maridos y con ellos te casaras. Más que te necesitan tus hijos. Y Soy Dios. Y Yo necesito de mis criaturas. Necesito de ti. Tan sólo alégrate con mi gozo y gózate con mi alegría. Alegría de tenerte aquí y de tenerte a ti. ¡Oh, Marga!: si sólo comprendieras un poco de mi Amor por ti. ¿Sabeis que os amo? Os amo, os amo, os amo, os amo. Pero no estoy enamorado estático, ni platónicamente: deseo correspondencia. Marga: Aprende a situarte, ante todos, como con una separación, separación prudente, aunque muy unida a ellos, porque les quieres. ¡Si no, a ellos también se les irá el corazón detrás de ti! Y sólo a Mí adoraréis, sólo a Mí debéis dar culto142. Tú les comunicas lo que Yo les doy, de mi parte, y luego actúas como una mera transmisora, como lo que eres. Ni es tuyo ni es a ti a quien se le ha ocurrido. Tú sólo me sirves. Eres mi sirviente. Amén.
Te bendigo ahora, en la Bendición. (Cuando está dentro del Sagrario no noto que derrame tantas Gracias como cuando está en la Custodia. Le pregunto por qué: Porque cuando está en la Custodia está en el centro del Santuario, el lugar que le corresponde, subido en una peana y nosotros le rendimos los honores de Dios. En las Iglesias que se le tiene arrinconado, en un lugar poco digno de Él, no derrama tantas Gracias. En las Iglesias que se hace más Adoración, derrama más Gracias) Para los que cierran la puerta, Yo no me puedo manifestar en plenitud. (Ahora se vuelve a Dios Padre, eleva los ojos al Cielo y le dirige una plegaria por nosotros) ¡Discernimiento, Dios mío, discernimiento! Te pido para estos pequeños hijos, tan ingratos, discernimiento. No les dejes equivocar sus sendas. Que te oigan. Que te vean. Ora y sacrifícate, hija mía, por todos los que necesitan de tu oración y sacrificio.
142 Cfr. Dt 6,13; Mt 4,10.
02-08-09
(En Medjugorje)
Virgen: (La Virgen, está triste por los peregrinos españoles. Ella nos ha invitado a todos a venir a esta Peregrinación. Y me llama para dar un Mensaje) ¡Oh, hijos!, ¡oh, hijos, hijos!, ¡hijos, hijos! (No puedo describir el tono de esto. Cargado de Amor y angustia a la vez, por sus hijos perdidos, que no quieren ver y no quieren ver) Aceptad la corrección del Señor. Aceptad sus amonestaciones. (El Mensaje de Medjugorje este mes, tenía la palabra “amonestación” en su texto) ¡Podéis entender cómo os amo! ¡Oh, hijos! Os hablo a vosotros, los jóvenes, ¡no dejaos llevar por los mayores que no os orientan bien! ¡Buscad a los buenos guías! Los que buscan vuestro bien, no su propia conveniencia. Oh, ¡que queréis hacer adaptarse el Evangelio a vuestros gustos, vuestras ideas y vuestro orgullo! No… Reconoced que habéis errado, antes de intentar ganar ovejitas, ¡que son mías!, para vuestro redil. (Remarca mucho que no le robemos sus “ovejitas”. Con profundo Amor hacia los jóvenes y enfadada con los malos guías, que les llevan a la tristeza y a la perdición) ¿Sois felices vosotros en vuestro redil? Pues entonces, ¿por qué queréis invitar a gente a vosotros? Hija, te digo que has de decírselo. Ve de mi parte. Aunque te cueste. Diles: Sois tan importantes, tan importantes para Mí, que Yo, además de los Mensajes generales, para todos, os tengo unos particulares. (Para los españoles)
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