Virgen: Llámame Mamá. - Hin/má154 - Ra-him155 Este “him”. Como aspirado. Mamaíta – Tierna – con entrañas de Madre. Entrañas cariñosas de Madre. Eso que notas tú estos días como que te arde o te duele. Pero no es ardor ni dolor. Es un ardor-dolor suave y dulce a la vez, que es violento y fuerte. Pero gozoso al fin y al cabo. Te gozas, como Yo, con el dolor de amar hasta el extremo a cada uno de estos pequeños hijos míos pequeños. Eso que notas, es mi Don, es la calidad de mi Don que Yo otorgo a esta mi pequeña Margarita (con apellido) Sí, Margarita (con apellido).
Hola, mi Margarita. ¿Quiere mi Margarita seguir avanzando por el Camino del Corazón de Jesús? Sí. Sí quiere. Sí quiero. Ven pues. Te invito. Levántate y ven. Sitúate en frente de Mí, con mi misma postura. (Enfrente de su cuadro) Quédate así, por favor.
(Me quedé un rato y sentía como que me ardían las entrañas) No es el corazón, son las entrañas. Tampoco el útero. Es algo así como lo más central y profundo de ti, que es el reflejo del Amor de Dios. (Abajo del cuadro está la Iglesia. La Eucaristía brota del Seno de María. Porque es Jesús mismo el que brota, su Cuerpo, Él mismo. Cuerpo y Alma y Divinidad, nacen de María. María lo da a Luz. María lo da al mundo. María nos lo ofrece. María es la Patena en al que se ofrece el Sacrificio. María es la Custodia. María es el Sacerdote que ofrece al Padre el Sacrificio de su Hijo, con quien se ha hecho uno. Y quiere que nosotros también seamos lo que es Ella. Nos unamos a Su Sacrificio y lo ofrezcamos junto con Ella. En María, Jesús aprendió a amar con Entrañas de Madre. Digamos que del Pecho de María, mejor dicho, de sus Entrañas, sale una comunicación de fuego, amor y luz hacia mí. Como en un Torrente de potencia amorosa. Como una caridad de comunicación. Como si hubiera un gran tubo de plástico transparente, que comunica sus entrañas con las mías. Y a través de ese tubo, ese vehículo de transmisión, Ella me comunica su Amor para que yo ame a todos. Pero es un amor que no es de Ella sólo.
Al comunicarme su Amor, me comunica el de Jesús, porque Jesús está en el Pecho de María, porque Jesús permanece aún en el Pecho de María, en sus Entrañas. Y de ellas, sale al mundo. De modo que Jesús está en María y María está en Jesús. El Corazón de María es una Gracia que sale del Corazón Misericordioso de Jesús. “He ahí a tu Madre”. El Corazón de María, en tanto que se nos entrega a todos, a nosotros, sus hijos, brota de la Cruz del Corazón traspasado de Jesús. De su Seno brotan Aguas. Del Seno de María, en el cuadro, veo que brotan Aguas. El Corazón de María, en tanto que es entregado a los hombres, brotó del Corazón de Jesús en el momento de la Lanzada. Es entregado todo, hasta el extremo, hasta la última gota de su Sangre. Todo lo que tenía. Todo lo que tenía como propio y era estimado en mayor medida. Hasta eso, hasta su Madre. Para enseñarnos a Amar. A amar al Padre y a amar a los hermanos. Es la Madre que enseña a amar. Que nos conduce por el camino)
Jesús: Aprender a amar con Entrañas de Madre. Esa será la Gracia más excelsa que habrían de pedir. Vuestra vocación. Y cuando Yo os vea así, querré unirme a vosotros perpetuamente, en unión esponsal y marital. En matrimonio místico. La Gracia del matrimonio místico. Cuando Yo te vea tan semejante a mi Madre, Yo no me podré resistir. Y vendré a invadirte completamente. Con las Olas de mi Infinita Ternura. Haceos como niños y haceos modelar en brazos de mi Madre. Así sed “otras madres” que amáis con Su Corazón: a Dios, a Jesús y a todos. Amén.
Por la tarde: (El crucifijo de la Capilla tiene la boca abierta. Expira el aliento. Parece que es su último aliento. Parece que ya no balbucea intentando decirme las cosas, sino como si ya me las hubiera dicho. Muere. Está en paz entregando su último aliento. Entregando su Espíritu. Me veo a mí subida en una banqueta intentando acceder a la Cruz, subirme a la Cruz con Jesús. Le tomo de los hombros para poderme subir. Y al subir, desaparezco en Él, como que me fundo en Él. No es que le quite a Él y me ponga yo, sino que me ha fundido en Él. Sigue siendo Él. Soy yo a la que no se la ve. Observo que he subido a la Cruz con mucho esfuerzo, pero lo he conseguido. No es mi deseo estar en la Cruz por la Cruz, sino estar con Él, estar donde Él, acompañarle a Él) Desde aquí, hija, los dos, con un mismo Corazón, derramaremos Gracias de Amor al mundo. ¿Yoooo? (Jesús nos asocia a su Sacrificio y habla en plural. 156 Ha querido necesitarnos. Y ha querido que, en la medida que más nos asociemos, más Gracias sobre el mundo se derramarán. ¡Acudid todos a asociaros a Él, a su Sacrificio!, porque cuantos más nos asociemos, mayor Amor sobre el mundo, mayores Gracias de conversión, más vocaciones, mayor derramamiento de su Amor. Entiendo que, actualmente, su Amor no se derrama más porque no encuentra peones que le ayuden. Actualmente el mundo está tan sumido en el dolor y en el mal porque poco a poco han ido desapareciendo las almas que estaban unidas a su Sacrificio, unidas a la Eucaristía. La piedad eucarística.
La Devoción Eucarística.
La Devoción a la Eucaristía. La Devoción al Corazón de Jesús, va a ser el medio por el cual Dios va a devolver a su pueblo la Devoción Eucarística) Por medio de ti, Marga, y de otros mis peones-arquitectos, Yo voy a establecer en el mundo mi Reinado Eucarístico. Quiero dar a conocer… quiero que des a conocer ésta mi Devoción, que se basa en la Eucaristía, en el Amor Eucarístico. La Eucaristía es la Fuente y culmen de toda vida cristiana.157 Al igual que la Devoción al Corazón de Jesús es fundamento de toda religión. Todas las Revelaciones de mi Amor, culminan en la Eucaristía, como ves. La Devoción al Corazón de Jesús es todo, como mi Eucaristía es todo. ¿Cómo enseñar a los hombres a amarme en la Eucaristía? Por medio de la Devoción al Corazón de Jesús. Toda Devoción al Corazón de Jesús que no sea eminentemente eucarística, no es Devoción al Corazón de Jesús. Son unas prácticas para mejor amarme, para mejor conocerme y mejor unirse a Mí. Para profundizar en la vida cristiana y en todo lo que Dios pueda pedir a un alma. La Eucaristía es el Corazón de Jesús.
La Verdadera Devoción al Corazón de Jesús es el Amor a la Eucaristía y su entrega total en ella como víctima de propiciación por los pecados del mundo entero haciéndoos víctima con la Víctima. La Unión Eucarística es la Verdadera y Auténtica Devoción. Es el culmen de toda Devoción cristiana. Lo que persigue la Devoción al Corazón de Jesús es que el alma se una con Jesús Eucaristía, llegando a ser uno en el Amor con Él.158 El alma hecha Eucaristía con Cristo Eucaristía. ¡Qué gozo!, ¡qué alegría exultante! Es la mayor aspiración del género humano. Que Jesús se quiso quedar con vosotros para lograros hacer uno con Él en la Eucaristía. Por eso es tan grave los sacrilegios o las indiferencias, llevan al mundo camino de la autodestrucción. Los hombres ya no viven. Los hombres están muertos. Ya no hay vida. Si se acaba la Eucaristía, se acabará la vida. Por eso no debéis dejar que la Eucaristía muera, muera en vuestros hogares, muera en vuestras ciudades. Si no hay Eucaristía, el Corazón de Jesús dejará de latir en el mundo. Y el mundo morirá. Corazón vivo palpitante por nosotros. Que te has quedado en los Sagrarios. En los Sagrarios Abandonados.
Corazón de Jesús. ¡No dejes de latir por nosotros! ¡No dejes de latir por nosotros los hombres, tus hijos! A pesar de tantas indiferencias, a pesar de tantos desprecios. ¡Oh…Corazón de Jesús! ¡Ven! Palpita al menos en el mío. Que quiere que el hueco de su corazón, vacío ya, sea llenado por el Tuyo. ¡Ven, Señor Jesús! ¡Ven, Señor Jesús! Ven a mi pecho hoy. Ven. ¡Ven! Yo te amaré por los que no te aman. Te amaré por todas las veces que no tehe amado. Quisiera resarcirme, con mi vida, de todo lo que te debería haber dado y no te he dado. (Jesús está como un Niño, y se deja querer. Similar a un bebé, pero siendo la Suma Inteligencia. Alegre y a gusto con que yo le diga eso. Se deja arropar en mi corazón) Súbete a la Cruz conmigo. En los momentos difíciles, súbete a la Cruz. Mírate a ti misma subida en una Cruz. Pero esa Cruz no está vacía, sino que en esa Cruz estoy Yo.
Último rato de Oración de Ejercicios:
Jesús: Yo he realizado contigo la profunda unión que esperaba hacer ahora. A partir de ahora, camina como un corazón transformado en el de mi Madre. Seme muy fiel. Los míos te esperan. Te necesito para culminar contigo mi Obra. Contigo hago un prodigio de la Gracia. Contigo empiezo una Nueva Creación. Contigo y con los que, como tú, se quieren unir al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo con la Eucaristía, con Jesús Eucaristía. Contigo empiezo los “corazones de Jesús”, los “Jesús-salvíficos”, los “Jesúseucaristía” Por medio de vosotros, vendrá el Reino de Dios al mundo. Se necesita mucho sufrimiento, mucho, mucho sufrimiento, hija, mucho sufrimiento. GRACIAS POR HABER RESPONDIDO A MI LLAMADA. Pero no te lo digo de manera genérica, como lo puedo decir a otros, no. GRACIAS DE VERDAD. Tu sacrificio no será en balde. Amén.
154 Así se pronuncia en hebreo la palabra madre () (Cfr. Ex 2,8). (Mi madre: ) (Cfr. Sal 27,10).
155 Tierna, en hebreo (Cfr.: , , )
156 Cfr. Ga 2,19s. La idea de convertirnos en sacrificio en y con el Sacrificio de Jesús en la Cruz, actualizado en la Eucaristía, es constante en la Iglesia. Cfr. I P 2,5.9; Rm 12,1; Col 1,24; Ga 2,19; S. Gregorio Magno (Dialog. 4, 59; PL 77,426); S. Agustín (Sermo 227; PL 38, 1101); (De Civitate Dei, 19,23; PL 42,654); (De civitate Dei, 10,20; PL 41,676); (De civitate Dei 10,6: PL 41,283); (Ibid. 20: PL 51,298); Santo Tomás de Aquino (III, q. 82, a. 4); Oración secreta del domingo de la Sma. Trinidad; Oración colecta de la Misa de S. Vicente de Paúl; Secreta segunda del Común de la Virgen: Pío XI (Encíclica Miserentissimus Redemptor”: 1928); Pío XII (Encíclica Mystici Corporis (29-06-1943)); Encíclica Mediator Dei (20-11-1947); LG 10; 11; 34; SC 48; PO 2; 5; Pablo VI (Encíclica Mysterium Fidei (03-09-1965)); Instrucción Eucharisticum Mysterium (25-05-67), 3; Catecismo de la Iglesia Católica, 1368; 1369; Juan Pablo II: Carta Dominicae Cenae (24-02-80), 9; Alocución 01-06-83; Carta Apostólica Dies Domini (31-05-98); Carta a los Sacerdotes (23-03-00); Encíclica Ecclesia de Eucharistia (17-04-03); Homilía 25-04-04; Alocución 02-02-05; Instrucción Redemptionis Sacramentum (2504-04), 37; Benedicto XVI: A los Seminaristas, en la JMJ (20-08-2011)
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157 Juan Pablo II: Camerún, 11-08-85; Carta a los Sacerdotes: 23-03-00; 25-05-96; Benedicto XVI: Exhortación Apostólica “Sacramentum Caritatis”, de 22-022007. 158 Cfr. Jn 17,21s.
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