Democrática advertencia, sí señor: “Hemos decidido por consenso...” Unos deciden, otros no cuentan. Los jóvenes cristianos son excluidos, no existen, no tienen derecho a decidir... Unos deciden que la universidad no puede ser universal; que sólo es para los que piensen como ellos... que los demás se tienen que ir.
No pretendo entrar en más comentarios relativos al miserable acto del pasado día 10. Ni echar la culpa directa a los autores materiales de tal “hazaña”, los cuales no son sino producto de la ideología de quienes sostienen, por ejemplo, que España merece un poco más de anticlericalismo y de la manipulación de unos medios que demonizan continuamente a la Iglesia. Sólo quiero llamar la atención sobre el hecho de que la Iglesia sea acusada de antidemocrática e intransigente por aquellos que se muestran con palabras y hechos los más dictadores y homófobos. Que digan defender la razón, la ciencia y el progreso quienes actúan de manera tan irracional y burda.“Hemos decidido que debéis salir...” así que, a obedecernos. ¿Y la libertad? ¿Dónde está la libertad?
Los cristianos proponen, no imponen. La fe es algo que se acoge libremente. La capilla – en la universidad o en cualquier otro sitio público – está para quien quiera ir. Si no hay capilla, desaparece la libertad de quienes tienen derecho a vivir su fe; como atentaría contra la libertad del estudiante aficionado al balón quien decidiera la supresión en la universidad de los campos de fútbol porque a él no le gusta ese deporte. ¿Qué concepto de libertad y de sociedad tienen algunos en este país? ¿A quiénes molesta la capilla? ¿Es que alguien les obliga a ir a ella? Quizás lo que les molesta es ver cómo, empeñándose en hacer creer que la Iglesia es cosa pasada y de ancianos, están viendo todos los días no pocos jóvenes alegres y responsables que van a Misa y no responden con violencia a las provocaciones... Están viendo cómo esa Iglesia que tantos han pretendido enterrar, rejuvenece siempre. Los dos millones de jóvenes que se esperan en Madrid con el Papa el próximo mes de agosto para mostrar al mundo la alegría de la fe quizás sean el motivo de tanta inquietud y reacción violenta. “Hemos decidido que os tenéis que ir...”
Sin embargo, los cristianos hacemos caso de otra decisión y obedecemos no por temor a unas personas que nos puedan herir, sino por amor a un Dios que sabemos no nos abandona. Porque así lo ha decidido. Mientras algunos deciden que hemos de esconder nuestra fe, resuena en nuestro interior la voz más fuerte de otra decisión: la de Dios que nos ha dejado bien claro en su Hijo Jesucristo que ha decidido quedarse entre nosotros para siempre.
“No temáis, yo estaré con vosotros hasta el final de los tiempos” (Mt 28, 20).“Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán... todo esto os lo harán por mi causa” (Jn 15, 20 – 21). Es la Palabra de Jesucristo, corroborada siempre a lo largo de la historia con los hechos que la confirman. La Iglesia ha vivido siempre entre ataques y persecuciones y ha crecido más precisamente en esa coyuntura, y no tanto cuando el poder humano se le ha arrimado.
Dios ha decidido quedarse entre nosotros y la muestra más visible de esta decisión es la Eucaristía. Por eso, los que rechazan esta decisión divina concentran, consciente o inconscientemente, sus odios en torno a esta Presencia. La profanación mediante la burla y el desprecio de Somosaguas, se vio precedida de la de Majadahonda y seguida de la de Carabanchel, ambas profanaciones por robo de la Eucaristía. Pero el fondo es idéntico: El hombre que decide contra la decisión de Dios.
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