Hijos amadísimos de Mi Corazón:
LES AMO.
MIS LLAMADOS HACEN VIBRAR DE AMOR A LA CREACIÓN,
QUE SE MANTIENE EN LA VOLUNTAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD.
La senda de la humanidad es el Amor de Dios, desde el cual reciben toda bendición.
La esperanza se mantiene en Mis hijos que ratifican la fe en un futuro glorioso; fe que les lleva a actuar a semejanza Divina.
LA CARIDAD ES UN DON, NO ES UN LEVE ACTO, sino que lleva a la criatura a ser instrumento de bendición hacia sus hermanos, y donde no puede llegar con obras, llega con actos de amor, de oración de intercesión, con tal de no dejar a ningún hermano desprotegido.
ESTA ES LA CONCIENCIA QUE BUSCO DESPERTAR EN TODOS LOS MÍOS,
ESA FRATERNIDAD DE LA QUE TODOS SON PARTE ACTIVA.
Hijos: todo cuanto existe, busca el retorno hacia su Creador. Así la Creación, agobiada ante la desobediencia del género humano, exhala purificación. ¡Cuánto sufro por ustedes, cuánto dolor viven y cuantos hechos permanecen solo a un instante!
Las aves, los peces del mar, el sol y la luna, el calor y las nevadas, el viento y el agua, y cuanto existe en uno solo, marchan hacia el hombre para que éste se reencuentre con su Padre. Busquen a Mi Hijo y conviértanse, alejen el pensamiento de lo mundano. El instante se ha acelerado para que Mis hijos no se pierdan.
El tiempo envejeció ante la mirada indiferente de los hombres. La mañana brilla, la noche oscurece y el hombre se mantiene indiferente. ¿Hasta cuándo permanecerá dormida la humanidad?
La tierra se encuentra dando a luz, los dolores brotan de sus entrañas compartiéndolos con la humanidad, que una y otra vez será azotada.
Oren hijitos, oren por Groenlandia.
Oren por Sierra Leona, padecerá.
Oren por Sumatra, el dolor llega. Oren por India, llorará.
Oren por California, se estremece, oren por Baja California.
El mal se acerca a la Iglesia de Mi Hijo.
Instantes de grandes flagelos se acercan a la humanidad incrédula. Los avances tecnológicos serán motivo de gran confusión y lucha, grandes naciones se acercan a instantes no esperados.
La tierra se ha estremecido en señal del cumplimiento de Mis llamados; oren, reparen. No olviden el rezo del Santo Rosario. No continúen negándose a sí mismos la bendición. Cierren la puerta al pecado, a lo mundano, a lo destructivo.
Amados hijos, la Misericordia Divina apremia al hombre a retomar el camino recto y seguro. La creación se unificará con el hombre cuando éste obre y actúe en la Voluntad de Dios.
No pierdan la esperanza, el Amor de Mi Hijo se mantiene palpitando hacia el encuentro con Su Pueblo.
Esta Madre les ama, no me he separado de ustedes. Todos son para Mí un gran tesoro que resguardo y defiendo con tesón.
Les bendigo, no olviden que para acercarse a la Divina Misericordia no existe tiempo. Bendigo sus hogares, su camino. Permanezco ante cada uno, bendiciéndoles el camino.
Les amo.
Mamá María.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
COMENTARIO DEL INSTRUMENTO SOBRE EL MENSAJE
Hermanos (as):
Unidos en el Corazón de Nuestra Madre Santísima nos enfrentamos a instantes de cumplimiento de lo profetizado por el Cielo; duros y dolorosos para toda la humanidad que enfrentará grandes eventos.
Nos mantenemos esperanzados en el Amor Misericordioso de la Santísima Trinidad, que no permitirá que los Suyos se pierdan.
Enfrentamos nuevas crisis a causa del mal uso de los avances científicos, y del olvido del hombre de que Dios es Dios y el hombre Su criatura. Esto traerá enfrentamientos en lugar de unidad.
Fuertes palabras de Nuestra Madre Santísima: la Tierra dando a luz y la humanidad que comparte y compartirá esos dolores, a causa de la falta de amor y fraternidad entre los seres humanos.
No son castigos de Dios, Él no castiga. Él ama y perdona, perdona y ama. Es el ser humano con su libre albedrío el que ha devastado la Tierra y ha intervenido en lo que es potestad de Dios.
La Palabra de Dios nos alienta a tener esperanza, a no decaer y a tener la seguridad de que las oraciones y los actos de reparación, no quedan en el olvido.
Una oración unificada se multiplica al infinito y atrae bendición sobre toda la humanidad.
Unidos con fe debemos orar y tener presente que no estamos solos y que Nuestra Madre Santísima nos llama a confiar en su protección y a mantener la fe, tomados de Su Mano Maternal.
La esperanza nunca muere.
Amén
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