La Asociación Themis no pierde en creatividad: elaboró un programa sobre “violencia económico-patrimonial”
El ministerio de Sanidad, que ahora abarca también Igualdad como una de sus Secretarías de Estado, publicó la concesión de las subvenciones para programas de cooperación y voluntariado con cargo al IRPF. Una consulta al BOE del pasado 5 de marzo nos permite saber adónde va el dinero de la casilla “Otros fines” del IRPF. Nada menos que 205.465.000,90 euros destinados a causas de noble nombre, como el medio ambiente, las mujeres maltratadas o los discapacitados. Ahora bien, un simple vistazo al nombre de algunos de estos programas, permite ver que muchos de ellos están dedicados a fomentar la anticoncepción, el aborto y el gaymonio. Ya anticipamos que no vamos más allá de los nombres, porque en algunos de los programas subvencionados, como las residencias para mujeres maltratadas, hay mucho que rascar.
Cualquier ocasión es buena para colar una clase sobre aborto y anticoncepción, dos términos que ya van indisolublemente unidos y asociados al término “salud sexual y reproductiva”. La cuestión es adaptarse al apartado correspondiente. Por ejemplo, si se trata de subvenciones para “Actuaciones que fomenten la adquisición de hábitos de vida saludable y de educación medioambiental”, la Federación de Mujeres progresistas recibe 30.000 euros para “Educación para la salud en jóvenes: las relaciones igualitarias y la prevención de embarazos no deseados”; igualmente, la Federación de Planificación Familiar Estatal (rama española del IPPF) recibió 112.000 euros para “Atención a Jóvenes en Salud Sexual”, un plan muy similar al de “Educación para la Salud Sexual de los/las Jóvenes”, por el que SIDA Studi recibió subvenciones por 35.000 euros.
Si de lo que se trata es de “Programas dirigidos a conseguir la inserción social de las mujeres que se encuentran en situación o en riesgo de exclusión social”, también cabe hablar de lo mismo y la “Campaña de Sensibilización: Carta de los Derechos Sexuales y de los Derechos Reproductivos” de la Federación de Planificación Familiar Estatal se lleva 39.000 euros. Si hay que proponer un programa para el apartado “Actuaciones que contribuyan a la promoción de la participación social de los y las jóvenes y al desarrollo y actividades de ocio y tiempo libre” también cabe hablar de condones y pildoritas, mediante el “Programa integral para la salud con actuaciones en: prevención de embarazos no deseados, infecciones de transmisión sexual y terapia psicosexual y de pareja”. También los “Programas de orientación y/o mediación familiar y puntos de encuentro familiar” facilitaron a la Federación LGTB la presentación de un “Programa orientación y apoyo a familias LGTB” por el que se obtuvieron 52.000 euros.
¿Qué tiene que ver el ocio con el aborto? Lo suficiente como para que determinadas asociaciones obtengan jugosas subvenciones por un total de 298.000 euros que salen del bolsillo de los españoles, concretamente de la casilla “Otros fines” que la izquierda propone como alternativa (en realidad se pueden marcar ambas) a la casilla para la Iglesia.
Por cierto, una curiosidad: entre los programas un nuevo invento del lobby feminista: la “violencia económica-patrimonial”. No sabemos en qué consiste, aunque parece que está relacionado con el hecho de no pasar la pensión a la ex. En todo caso, para saberlo, la Asociación de Mujeres Juristas Themis ya ha recibido 169.975 euros.
Mariano Tomás
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