18-09-1999
Jesús: Soy Jesús, el Corazón de Jesús. Gloria in excelsis Deo... y en la tierra paz a los hombres que aman al Señor. ¿Quién es ese Dios? Tú lees: “Dios con nosotros”...Te digo: ¿Quién es ese Dios? ¿Tendré que decir, como en la Roma pagana, que es “el Dios Desconocido”? Dios desconocido por vosotros, a pesar de que haya sido revelado. A pesar de que me revelo constantemente a vosotros, me manifiesto, ¡me prodigo en mis Dones!, me abro en canal para que podáis entrar. ¡Y qué pocos entráis en mis Moradas!, y los que lo hacéis, ¡con qué poca asiduidad! Parece que os invite a una tortura, en lugar de hacerlo a la Cámara Nupcial del Rey del Mundo. Ese Rey, ¡está enamorado de vosotros! Oh, ¡qué pocos lo entendéis! Dios desconocido, Dios olvidado, despreciado, ultrajado, vilipendiado, Dios relegado al cuarto de las basuras, echado a perder, como desecho del hombre, Varón de Dolores.
26-09-1999
Jesús: Como piedra, como terrón de piedra reseca, agostado, sin agua,178 así está vuestra alma sin mi ayuda. ¡Acudid a Mí! Yo os haré portadores de la Vida, portadores del Agua de Vida, ríos caudalosos, vergel de Su Señor, honor de su Rey, verdaderos hijos de Dios. Si venís a Mí verdaderamente, en Espíritu y en Verdad. Porque Yo Soy el Agua, Yo Soy la Vida.
Yo Soy el Corazón de Jesús vivo, palpitante, que en cada latido de Amor pronuncia vuestro nombre. ¿No oís? ¿No me oís llamándoos dulcemente, como loco Enamorado, que no busca otra cosa que reunirse con su amada? ¡Oh dulces almas, dulces amadas mías! Yo deseo vuestra alma, ardientemente la deseo, y este ardor me consume hasta morir. Yo no deseo forzaros bruscamente. Soy el Amor. Soy la Dulce Mano de Dios. Mi Corazón se regocija pensando en el día en que vendréis voluntariamente a Mí, sin condiciones. Y en espera de ese día, me consumo hasta morir.
177 De las Iglesias
178 Cfr. Sal 63,2.
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