(ZENIT.org) – Judíos y cristianos condenan todo acto de violencia hecho “en nombre de la religión”, como “una corrupción de la verdadera naturaleza de la relación con Dios”.
El 21º encuentro del Comité internacional de enlace entre judíos y católicos (ILC) tuvo lugar en París (27 febrero - 2 marzo), y en él participaron setenta representantes del judaísmo mundial y de la Santa Sede, sobre el tema: “Cuarenta años de diálogo: reflexiones y perspectivas de futuro”.
Según una declaración conjunta publicada ayer por la Santa Sede, se afirma que esta sesión “ha ouesto el acento en los resultados conseguidos en el diálogo entre judíos y católicos, en un mundo en rápida transformación”.
El comunicado deplora las discriminaciones contra las minorías religiosas, las injusticias de las que ellas son objeto y la falta de libertad: “Los participantes han reconocido que lo que está sucediendo en África del Norte y en Oriente Medio es el signo de una exigencia de libertad por parte de las nuevas generaciones en estas regiones. Lamentaron también que en numerosas partes del mundo, las minorías religiosas son discriminadas y amenazadas por restricciones injustas”.
Los participantes expresaron también “su profunda tristeza por los repetidos ataques violentos y el terrorismo en Nombre de Dios, incluyendo los crecientes ataques contra los cristianos y las instigaciones a la destrucción del Estado de Israel”.
“La conferencia deploró todo acto de violencia perpetrado en nombre de la religión”, viendo en él una “corrupción de la verdadera naturaleza de la relación con Dios”, subrayó el comunicado.
“Los participantes se han comprometido a proseguir su trabajo por un futuro de paz en la región de Oriente Medio, reiterando la improtancia de las buenas relaciones entre cristianos y judíos a todos los niveles y en toda situación”.
La ceelbración en Francia de este encuentro fue ocasión de hacer público el ejemplar trabajo de acercamiento llevado a cabo por los católicos y los judíos de Francia, según explicó la Conferencia Episcopal Francesa (CEF) en otro comunicado.
Entre las personalidades presentes en la sesión estuvo Richard Prasquier, presidente del Consejo de representantes de las instituciones judías de Francia (CRIF), quien concedió una entrevista a Paris-Notre Dame.
Durante la apertura del Comité internacional de enlace entre judíos y católicos, el pasado domingo 27 de febrero,
Prasquier anunció la creación de un Memorial “Cardenal Lustiger”.
“De acuerdo con el cardenal André Vingt-Trois, hemos lanzado el proyecto de un memorial dedicado al cardenal Jean-Marie Lustiger en el Négueb, en el sur de Israel, en el pequeño pueblo de Yeroham, cerca de Arad, en la que la Biblia llamaba el Camino de los Reyes”.
“Será, con ayuda del KKL (Fondo nacional judío) un pequeño anfiteatro rodeado de árboles que permitirá al visitante y al peregrino descansar para reflexionar sobre ese hombre excepcional que luchó hasta los últimos días de su vida por promover el acercamiento entre judíos y católicos, y por la erradicación del antisemitismo”.
“Quiero recordar que el cardenal Decourtray tiene su Memorial en el monte Sión, en Jerusalén. Registrar a estos pioneros del diálogo en la tierra de Israel es una especie de deber sagrado”.
El cardenal Jean Marie Lustiger, judío de nacimiento, fue arzobispo de París entre 1981 y 2005. El cardenal Albert Decourtray fue arzobispo de Lyon entre 1981 y 1994. Ambos fueron grandes figuras del diálogo con el pueblo judío durante el pontificado de Juan Pablo II.
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